La activista cubana Masiel Rubio, eje y centro de la actividad de un grupo de cubanos residentes en Madrid que a puro pecho y pulmón han logrado enviar aproximadamente cuatro toneladas de medicinas e insumos médicos a la isla de Cuba, abogó este miércoles por «reconducir la rabia», frustraciones, lamentos y culpas, entre los cubanos.
En una de sus tradicionales directas a través de su perfil personal en Facebook, la activista Masiel Rubio también abordó la inacción de parte de muchísimas personas dentro de la isla que se conforman con las decisiones gubernamentales que vienen de arriba y/o esperan por otras personas, o lo que hagan otras personas, para entonces tomar una posición.
Muchos le llaman «el síndrome del pichón», en clara referencia a esos que esperan que todo les caiga del cielo, directamente en la boca.
La activista Masiel Rubio reveló que ha recibido muchos mensajes de personas en Cuba, médicos también, que han asumido de manera derrotista una eventual parada del envío de esa ayuda humanitaria a Cuba.
Un punto especial en su intervención ocurre en el minuto tres, cuando expresó que, en días anteriores, cuando no se conocía sobre la eventual prórroga o extensión del permiso para importar medicinas y alimentos a Cuba con excepción arancelaria, recibió muchos mensajes de parte de cubanos residentes en la isla que, entre otras cosas, le dijeron que «no se podía hacer nada».
La activista Masiel Rubio criticó esa posición de descontento y desánimo, por demás contemplativa.
Señaló una vez más que, las personas que trabajan en Madrid, Valencia, Barcelona y otros lugares de España y del mundo, lo hace en su inmensa mayoría en su tiempo libre; sin seguir orientaciones de nadie, y en la mayoría de las ocasiones trabajando con fondos que «nunca alcanzan».
«Con eso se hace magia; son los fondos de personas que donan; de cubanos que están quitándose su dinero en el mundo entero para que lleguen los medicamentos en Cuba,» señaló.
Sin embargo, aclaró a continuación:
«Todas estas personas que hacemos este trabajo NO SOMOS EL MINSAP. No somos los responsables de las carencias,» explicó.
«Aquí ocurre algo, dijo a continuación. No puedo explicar la cantidad de mensajes y de personas «desesperadas» que nos escriben pidiendonos que sigamos mandando medicamentos; pero me preocupa que hay muchísimas personas fuera de Cuba, preocupadas porque esas medicinas lleguen a Cuba y sin embargo hay más personas dentro – de la isla – que están simplemente esperando a ver qué pasa.
No pocos de ellos, según lo explicado por Rubio, le han dicho que «no pueden hacer nada».
«¿Perdón?, Sí se puede hacer. Los médicos pueden escribir una carta conjunta, diciendo todas las necesidades que hay en los hospitales; sí pueden firmarla; (…) y pueden hacerlo con cifras y estadísticas de la cantidad de muertos que ha habido desde el 2020,» indicó la activista.
«Pueden organizarse, pueden pedir; claro que pueden hacerlo,» exclamó.
«Todo el que me escribió tenía mucho más miedo a firmar una carta, a exigir un derecho, que al llegar a un hospital con su madre y que no hubiera un antibiótico y se muera,» expresó.
«Solos no se puede. No podemos sentarnos y decir: «bueno, imagínate tú».
Masiel dijo que por estos días algunas personas hasta se lo han exigido y todo.
«No puedo explicar la cantidad de exigencias que yo he tenido,» y aclaró que no se trata de peticiones, sino de EXIGENCIAS.
«¿Cómo es que de pronto, toda esa rabia y esas exigencias – se refiere a aquellas acumuladas en cientos de personas en Cuba – se viran para acá? ¿Y para allá? ¿Quiénes son los responsables de la situación que hay ahora mismo con la comida, la sanidad, con los medicamentos? ¿Nosotros?,» se preguntó.
«La gente que aquí no ha parado de hacer, llega un momento en el que se cuestiona y se dice: ¡¿Hasta donde!?,» protestó.
Tal vez quieras leer: Madrid: activistas logran enviar una tonelada de medicamentos a la isla
