En una operación policial de gran envergadura, 78 personas vinculadas al puerto Guillermón Moncada de Santiago de Cuba han sido detenidas bajo acusaciones de corrupción. Según informes del oficialista Canal Caribe, 59 de los arrestados se encuentran en prisión provisional, mientras que los otros 19 enfrentan diferentes medidas cautelares. Los imputados se enfrentan a penas que oscilan entre 8 y 20 años de prisión.
El jefe de la Unidad Provincial de Investigaciones Criminales y Operaciones, Ángel Luis Quiñones Zapata, informó que estas personas están acusadas de desviar camiones cargados de productos básicos, como arroz, frijoles, azúcar y harina, destinados a la canasta básica, hacia los mercados informales.
Las autoridades han logrado recuperar 3,8 toneladas de arroz importado, 2 toneladas de frijoles negros, 22,6 toneladas de azúcar refinada blanca y 33 toneladas de harina de soja. El mayor Erik Miguel Martínez Ferrales, de la Unidad Económica del Minint, señaló que el desfalco no habría sido posible sin la colaboración de un gran número de personas implicadas.
La operación ha revelado que las pérdidas económicas causadas por solo dos de los cinco delitos imputados ascienden a 9 millones de pesos cubanos. Los delitos incluyen malversación, falsificación de documentos públicos, apropiación indebida y receptación. Además, se ha determinado que 33 vehículos de carga participaron en el desfalco, de los cuales 26 eran estatales y los demás privados. Entre los bienes decomisados se encuentran una casa, un Lada 2106, cuatro neumáticos y dinero en efectivo: 479.000 pesos, 769 dólares y 200 euros.
Luis Felipe Garrido Torres, fiscal del Departamento de Verificaciones Fiscales, explicó que los transportistas, en complicidad con el personal de supervisión y pesaje, cobraban entre 9.000 y 18.000 pesos por cada tonelada de producto que se reportaba por debajo del peso real. Por cada camión de arroz desviado, los implicados recibían entre 200.000 y 300.000 pesos. Estas transacciones no se registraban en la contabilidad oficial, lo que dificultaba el seguimiento de la entrega y permitía su venta en mercados informales. En dichos mercados, el arroz se vendía a 200 pesos la libra, generando ganancias de hasta 4 millones de pesos por camión para los transportistas.
Para prevenir futuros desvíos de mercancías, el gobierno de Santiago de Cuba ha decidido escoltar los camiones con patrullas policiales, según informó el vicegobernador provincial, Waldis González Peinado. Esta medida busca asegurar que los productos destinados a la canasta básica lleguen a sus destinos sin ser desviados.
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