La inesperada censura de la película cubana Casa vieja (Lester Hamlet, 2010) en la televisión cubana, justo el Día de la Cultura Cubana, avivó polémicas acerca de las políticas editoriales de los medios de comunicación oficiales en materia del cine realizado por directores nacionales, del cual apenas arriba una pequeñísima parte a las pantallas oficialistas. Así, durante décadas, los grandes públicos cubanos han estado ajenos a gran parte de la cinematografía cubana, pues no pocas películas cubanas han sido censuradas dentro de la isla.
Los motivos por los que los distintos comisarios políticos del Partido que controlan instituciones como el ICAIC y el extinto ICRT (hoy identificado con unas siglas impronunciables) para censurar las películas cubanas son muchos, pero se resumen en una gran razón: la exposición del carácter fallido del proyecto conocido como Revolución Cubana y de su endiosado líder Fidel Castro.
Como el veto de Casa vieja, otras maniobras censoras de las autoridades sobre películas cubanas han provocado ardientes polémicas y hasta escándalos, frustrando las intenciones oficiales de “echar tierra sobre el asunto” y “hacer como que no fue”. Aquí te dejamos cinco películas cubanas que no podrás ver en los cines de la isla.
1.- Santa y Andrés (Carlos Lechuga, 2016)
Sitúa su trama en 1983, año de nacimiento de su director, y habla de la represión que los homosexuales y los intelectuales cubanos han sufrido en la isla. Santa es una trabajadora de una granja enviada, con silla y todo, a vigilar al “gusano” Andrés, escritor que sufre prisión domiciliaria. Cualquier parecido con el presente nacional no es coincidencia. La historia de amistad y diálogo que se desarrolla entre estos personajes termina con un acto de repudio lleno de huevos y consignas de ¡Viva Fidel!, a las que Andrés responde con ¡Viva Martí!.
El propio Lechuga sufrió vigilancia y acoso de la policía política del régimen, y ante la negativa de proyectar la película en cines del país, tuvo que presentarla en su casa a los amigos, críticos y artistas interesados en conocerla. Igualmente, se desarrollaron encendidas polémicas en las redes sociales, entre defensores de la política del gobierno y defensores del derecho del creador a presentar su obra al pueblo.
2.- Nadie (Miguel Coyula, 2017)
Es el primer largometraje documental de su director, y está protagonizado por el poeta, novelista e intelectual cubano Rafael Alcides (1933-2018), quien ofrece sus puntos de vista sobre el fracaso de la Revolución a la que estuvo ligado en sus orígenes. También dedica fuertes críticas a Fidel Castro y su proceder dictatorial, con cuya imagen Coyula “juega”, añadiéndole detalles animados, convirtiéndolo en protagonista de un Oeste, y retratándolo como un villano.
Alcides lamenta cómo algo que considera tan grande como la Revolución, fue frustrada por personajes como Castro y sus seguidores, que no demoraron en convertir su aparente servicio al pueblo, en servicio a sí mismos. Como Alcides confiesa ser aun socialista, el documental provocó reacciones fuertes en ambas orillas. Aunque se rodó antes de la muerte de Fidel Castro, Coyula decidió reeditarlo cuando este falleció, incorporando imágenes del aparatoso funeral y las opiniones de Alcides sobre este suceso.
3.- Quiero hacer una película (Yimit Ramírez, 2020)
Es una película de amor, pero en una de las escenas uno de los protagonistas, confiesa no venerar a José Martí y dice que es “un mojón” y “un maricón”. La cinta, aún en proceso de posproducción, fue proyectada ante un funcionario del ICAIC para que se autorizara su proyección durante la edición 2018 de la desaparecida Muestra Joven. Este se enardeció y el escándalo corrió como pólvora por los pasillos de la institución, hasta que fue prohibida su exhibición.
Los jóvenes organizadores de la Muestra publicaron en redes su desacuerdo con esta decisión del ICAIC, y se desató una nueva ronda de polémicas en medios oficiales y no oficiales, y en las redes sociales. En la conferencia de prensa correspondiente a este evento, el entonces presidente del ICAIC, Roberto Smith, comunicó sorpresivamente la suspensión de la propia conferencia, y un nuevo escándalo estalló.
4.- Sueños al pairo (José Luis Aparicio y Fernando Fragela, 2020) Es un documental que expone y polemiza acerca de la censura estatal sufrida por el músico cubano Mike Porcel en los años ochenta, que terminó con su emigración hacia los Estados Unidos.
Uno de sus directores, Aparicio, integrante también de la Junta directiva de la Muestra Joven, propuso la película para la selección oficial de la edición 2020. Y esto provocó una nueva confrontación entre sus organizadores, que la aceptaron y los funcionarios, que querían vetarla argumentando el uso de imágenes no autorizadas del Noticiero ICAIC Latinoamericano donde aparecía Fidel Castro, una vez más.
Las discusiones llevaron a que la presidenta de la Muestra, la joven cineasta Carla Valdés, fuera destituida y en su lugar fue nombrada apresuradamente una de sus oscuras vicepresidentas. La llegada de la pandemia a Cuba en marzo de ese año selló las discusiones, y la Muestra fue suspendida hasta un nuevo aviso que no parece arribar.
5.- Corazón Azul (Miguel Coyula, 2021)
Es el tercer largo del director de Nadie, y previo contacto con él puede ir a verse a su casa en las tardes dominicales habaneras. Esta película tiene nuevamente a Fidel Castro como uno de sus personajes, pero en clave de ciencia ficción. La trama propone que aun en vida, el dictador cubano decide contratar a la empresa estadounidense DNA 21 para lograr al Hombre Nuevo mediante ingeniería genética. Las personas que resultan de estos experimentos, ya en su juventud y adultez, integran un comando anarquista que, entre otras acciones, toma el ICRT y vuela el conocido hotel 5 estrellas Manzana Kempinski en La Habana Vieja.
Producto de ser creados en laboratorios, estos hombres y mujeres “nuevas” desarrollan diferentes mutaciones como la telequinesis o posibilidad de mover y detonar objetos, la telepatía o capacidad e leer la mente, la precognición o posibilidad de ver el futuro.
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