Separación entre familias cubanas cruza hacia Canadá

Bajo el título “Estamos destrozados’: la aplicación de inmigración de una familia separada está en peligro después de los recortes en la embajada en Cuba“, un artículo escrito por Elise von Scheel en el portal web de CBC.ca, nos da a conocer el drama que vive ahora mismo una familia compuesta por un cubano, nombrado Carlos Gonzalez Trenzado, su esposa y el hijo de ambos. En medio de todo la pregunta lastimera del menor a su madre: “¿Y Papi, cuando viene?“

Canadá anunció la semana pasada de la cancelación de varios servicios consulares ,en su sede en La Habana, y el fantasma de las familias separadas por el tema migratorio cuyo épice y cúspide es el diferendum Cuba-EE.UU., parece que cruzará la frontera norte de los EE.UU. Ahora, se incluirán también a los ciudadanos canadienses con lazos afectivos con residentes en Cuba. Todo comenzó con el llamado ataque acústico. Trece diplomáticos canadienses enfermaron, y el gobierno del norteño país decidió reducir personal. Y cancelar servicios.

Uno de estas familias que ahora mismo vislumbra la posibilidad del distanciamiento afectivo es la que integran Carlos González Trenzado, Laura Silver, su esposa y  hijo de ambos. Y al parecer lo han vivido de la manera más cruel posible: enterándose en el “mismo lugar de los hechos”.

Carlos nunca se enteró que los mareos, dolores de cabeza y náuseas inexplicables que aquejaron desde el 2017 a los diplomáticos canadienses provocaron el cierre de varios servicios consulares a partir del jueves de la pasada semana, y se apareció en el Consulado de la Habana hace apenas unas horas, solo para recibir en carne propia el dolor que se vislumbra afectará, a partir de ahora, a cientos o miles de cubanos con familia en Canadá y que deseen viajar a ese país.

Casados desde el año pasado, Carlos esperaba cumplir con el trámite del exámen médico. Pero cuando llegó a la Habana a finales de la semana pasada, se enteró en el Hospital que habían sido detenidas todas las solicitudes relacionadas con la inmigración canadiense y las visas.

“Estaba solo en lágrimas, y dijo no entender lo que estaba pasando,” le comentó Silver a CBC News desde su casa en Calgary.

“Estamos destrozados por esto“, expresó Silver y agregó que su hijo menor, que tiene necesidades especiales, no entiende la situación.

“Me preguntará 20 veces al día’ ¿Cuándo vendrá papá? ¿Cuándo viene papi? … Es muy difícil escuchar eso porque también lo quiero aquí,” dijo la mujer.

Después de cientos y cientos de dólares enviados a Cuba, ahora Silver tendrá que costear los gastos de viaje de Carlos a un tercer país para continuar con los trámites, pero ella dice que no hay dinero para eso.

Así lo orientó Relaciones exteriores de Canadá la semana pasada. De hecho, mencionaron hasta el nombre de “México” como un país al cual pudieran ir los cubanos que deseen ir de visita a Canadá, o aquellos otros como Carlos que anden en trámites de emigrar definitivamente, tras haberse casado con una ciudadana canadiense.

Sin embargo Canadá desconoce seguramente cómo es, ahora mismo, el problema de obtener una VISA para viajar a México.

A no ser que entre ambos países integrantes del TLC se estipule que los cubanos que quieran ir a Canadá, podrán ir a la Embajada de México en La Habana, presentar sus papeles y entrar como Pedro por su casa, o al menos le garantizarán las citas, Carlos deberá hacer lo mismo que están haciendo – o intentando hacer – cientos de cubanos que desde hace ya varios meses se han venido quejando del engorroso proceso de obtener una VISA para viajar a México, un hecho que hemos documentado aquí en varias ocasiones.

Si Carlos quiere ir a Canadá, vía México, donde asistirá al Consulado de ese país en la nación azteca, deberá pasar horas conectado a Internet intentando entrar al sitio de Mexitel para obtener un turno en la Embajada de México.

Eso, o pagar entre 300 y 500 CUC a cualquiera de los revendedores de citas que pululan en las afueras de la Embajada de México en La Habana.