Médicos secuestrados en Kenia habrían sido obligados a convertirse al Islam

El inspector general de la policía de Kenia, Hilary Mutyambai, declaró que los esfuerzos por rescatar a los dos médicos cubanos secuestrados pasan por varios desafíos, entre ellos la obtención de un permiso para cruzar la frontera que separa a Kenia de Somalia.

El inspector general de policía de Kenia, Hilary Mutyambai, dijo que un reciente informe de seguridad mostró que los médicos cubanos secuestrados en abril de este año en su país, Assel Herera Corea y Landy Rodríguez, fueron trasladados al bosque de Halaanqo, cerca de la ciudad de Barawe, donde supuestamente se convirtieron al Islam.

No está claro como habrían logrado que los doctores cubanos asumieran el Islam como ideología, pero las fuentes de inteligencia de Kenia al menos dan más detalles que las autoridades cubanas, que se han limitado a decir que “hacen todos los esfuerzos” en rescatarlos.

El informe, redactado en julio, explica que habrían sido los militantes del grupo extremista al-Shabab los que obligaron a los galenos cubanos a unirse a la religión islámica.

Sin embargo, a pesar de lo extraña de la noticia, varios medios de gran prestigio como la BBC se hicieron eco de la noticia esta mañana.

Medios de Kenia por su parte, indicaron que el inspector general de la Policía de Kenia, Hilary Mutyambai, declaró que los esfuerzos por rescatar a los dos médicos cubanos secuestrados pasan por varios desafíos, entre ellos la obtención de un permiso para cruzar la frontera que separa a Kenia de Somalia.

“Nuestro trabajo como policía termina en la frontera … No estoy en condiciones de explicar el destino de los médicos cubanos capturados, pero tenemos un equipo trabajando en ello“, declaró Mutyambai ante la prensa local.  Mutyambai dijo además que los sospechosos que se encuentran detenidos están ayudando con las investigaciones.

Bajo custodia de las autoridades se encuentran varias personas relacionadas con el ataque en que hombres armados secuestraron a los doctores Assel Herera Corea, médico general, y Landy Rodríguez, cirujano. En el ataque, mataron a tiros a uno de los dos policías que los escoltaban al lugar donde los galenos cubanos desarrollaban su labor.

Las contradicciones entre las declaraciones dadas por Kenia y Cuba son notorias, aunque en un punto parecen converger: los médicos cubanos se encuentran vivos y gozan de excelente estado de salud.

La idea de mantenerlos vivos es prudente. Estos grupos extremistas, que a menudo sufren bajas en los enfrentamientos militares, necesitan de ambos. Ello justifica, en parte, el alto precio que exigen por su liberación: 1.5 millones de dólares por el rescate. Cuba desmintió este hecho, mientras que Kenia dijo que no pagaría.

Díaz-Canel dijo a finales de junio que Cuba mantiene un “seguimiento permanente” sobre el caso. El gobernante cubano se reunió recientemente, por separado, con la familia de ambos médicos.