Mucho han criticado los revolucionarios a los que salieron el 11 de julio a protestar; pero de no ser por esos que protestaron, estos alimentos no hubiesen llegado a la isla. No en tales cantidades
Gracias a que miles de cubanos tuvieron el valor de salir para las calles a protestar el pasado 11 de julio, otros cientos de revolucionarios, con mucha doble moral, recibirán con júbilo en las próximas horas la llegada de una segunda vuelta de distribución de alimentos, dados al gobierno de Cuba en calidad de donación por naciones «amigas».
De hecho, la distribución ya comenzó en Habana del Este; se encuentra en proceso en el Cotorro, y deber comenzar más pronto que tarde en La Habana Vieja y Regla. El resto de los municipios se completarán a finales de septiembre e inicios de octubre.
Se trata de módulos de alimentos llegados a Cuba después del 11 de julio; productos enviados por México, Rusia, Nicaragua y Bolivia, tras las protestas antigubernamentales. Así que sin dudas, gracias a los cientos de cubanos que aún permanecen tras las rejas, los revolucionarios de esos municipios de La Habana podrán alimentarse un poco mejor, y poder expresar sus convicciones revolucionarias sin que les suene una tripa, por el hambre, en el estómago.
De esta relación incuestionable, entre la llegada a Cuba de los alimentos donados y las protestas del 11 de julio, no habló Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, cuando informó sobre la distribución de los módulos de alimentos en la Mesa Redonda de ayer.
Betsy se refirió de «una continuidad en esa entrega de módulos, que está integrado por arroz, pastas alimenticias y azúcar«, pero ni siquiera agradeció a los «huelguistas» del 11 de julio, quienes desde prisión ni siquiera podrán disfrutar de unos alimentos que, con su valor, contribuyeron a que llegaran a territorio cubano.
Los datos parecen hasta crueles.
«En el caso de los módulos, se han beneficiado 2.669.000 familias hasta este momento», dijo Francisco Silva Herrera, director general de ventas de mercancías del Comercio Interior, quien reveló que se han distribuido más de 24 mil toneladas de alimentos llegados a la isla como donativos, mayoritariamente arroz, granos y pastas.
Todo gracias al 11 de julio, aunque a los revolucionarios de los municipios habaneros, y a aquellos otros residentes en territorios como Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo, donde ya terminó la entrega, les cueste trabajo reconocerlo.
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