¿Qué pudiera suceder con los I-220A si Donald Trump vuelve a ser presidente?

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Miami es hogar de una gran cantidad de hispanos, latinos y cubanos que han contribuido significativamente a su desarrollo y cultura. Sin embargo, en la encrucijada de las próximas elecciones presidenciales, muchos de estos mismos grupos se enfrentan a un dilema que podría tener graves repercusiones para miles de sus coterráneos.

Donald Trump, el presunto candidato presidencial del Partido Republicano, y gran candidato a recuperar la silla que dejó en la Casa Blanca en el 2020, ha dejado clara su intención de lanzar una campaña masiva de deportaciones si gana las elecciones.

Según un informe reciente del gobierno, hay aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, y un 80% de ellos han vivido en el país por más de una década. Este escenario ha generado temor entre los inmigrantes y sus defensores, quienes temen que una nueva administración Trump podría desmantelar familias de estatus mixto y desestabilizar comunidades enteras.

En Miami, una ciudad conocida por su fuerte presencia hispana, y especialmente cubana, este temor es palpable.

Muchos cubanos en Miami, incluidos aquellos con la designación I-220A, podrían verse particularmente afectados. Esta categoría se refiere a los inmigrantes cubanos que han sido liberados de la custodia de inmigración bajo supervisión mientras esperan procedimientos migratorios. Un nuevo gobierno de Trump podría poner en riesgo su estancia en Estados Unidos, dejándolos en una situación de gran incertidumbre, y la gran esperanza de muchos es que Biden, les otorgue mediante una Ley Ejecutiva similar a la que firmó el martes del cierre de la frontera, un Parole in place, que les permita a todos legalizar su status migratorio en los EE.UU. y eventualmente obtener la tan deseada green card.

Los comentarios recientes de Trump, en los que afirmó que los inmigrantes indocumentados “están envenenando la sangre de nuestro país”, han intensificado estos temores.

En un artículo del Miami Herald, Angela Kelley, asesora principal de la American Immigration Lawyers Association, señaló que Trump podría intentar obstaculizar cualquier vía de inmigración legal, afectando no solo a los inmigrantes recientes, sino también a aquellos que llevan años contribuyendo a la sociedad estadounidense.

El Herald recoge la historia de María de Jesús Pantoja Chacon, una inmigrante nicaragüense que ha vivido en Estados Unidos por 28 años, quien expresó su preocupación por el futuro del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los nicaragüenses, un programa que Trump intentó eliminar durante su administración anterior.

La historia de Pantoja Chacon refleja el miedo y la incertidumbre que sienten muchos inmigrantes ante la posibilidad de un segundo mandato de Trump, y su testimonio resuena profundamente en comunidades como la de los cubanos con I-220A.

En Miami, y más específicamente en áreas como Hialeah, donde la población cubana ha sido fundamental en la configuración de la ciudad, el voto hispano y cubano tiene un peso significativo. Tradicionalmente, y más en los últimos años, muchos de estos votantes se han inclinado hacia el Partido Republicano, atraídos por sus políticas económicas y su postura firme contra el régimen cubano. No obstante, este apoyo podría resultar paradójico, ya que votar por Trump podría significar el respaldo a políticas que amenazan con deportar a miles de sus propios compatriotas que ahora mismo se encuentran en un limbo migratorio.

El caso de Bertha Sanles, una inmigrante nicaragüense que ha vivido indocumentada en Estados Unidos por más de dos décadas, ilustra también el dilema al que se enfrentan muchas familias. Sus hijas, nacidas y criadas en Estados Unidos, podrían verse obligadas a abandonar el país junto con su madre si se implementan políticas de deportación masiva. Sanles ha trabajado arduamente, ha pagado impuestos y ha criado a sus hijas en línea con el sueño americano, pero ahora se enfrenta a la posibilidad de ser separada de ellas.

Ese mismo es el caso de M.V., una cubana que entró a los Estados Unidos en el 2020 y que resume su caso así: «Aún sigo siendo una I-220A».

M.V, dijo en conversación vía chat a este redactor que incluso en ese año en el que entró, ella reportó taxes por valor de $12 mil dólares. A partir del año siguiente, ya con permiso de trabajo, aumentó la cifra hasta los $65 mil; llegando el 2023 a failear $87 mil.

M.V. jamás ha recibido ayuda del gobierno en bonos de comida. Actualmente está embarazada y ni siquiera ha pedido ayuda médica al gobierno.

«Mi seguro médico me lo estoy pagando de mi bolsillo, no he querido ser una carga fiscal para este país, y siento que no estoy siendo retribuida,» explicó.

M.V. cuestionó incluso la labor de los oficiales de Inmigración, USCIS y hasta apuntó al Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, el cubanoamericano Alejandro Mayorkas. Según ella, hay personas como un ex vecino suyo que «estaba preso por robo en Cuba, llegó en balsa a los EE.UU. en el 2021, le dieron un Parole, y ya tiene residencia y ahora mismo se encuentra en Cuba, de visita».

Más de medio millón de indocumentados viven en Florida

En Florida, se estima que alrededor de 590,000 personas indocumentadas residían en el estado en 2022, con más de 280,000 niños ciudadanos estadounidenses viviendo con al menos un miembro de la familia indocumentado.

La posible separación de estas familias sería devastadora, no solo para los individuos directamente afectados, sino también para la comunidad en general.

La situación de los cubanos con I-220A es particularmente delicada. Estos inmigrantes, muchos de los cuales han escapado de situaciones difíciles en Cuba, se encuentran en un limbo legal que podría ser explotado bajo una administración Trump. El voto de la comunidad hispana y cubana en Miami podría, sin darse cuenta, estar apoyando políticas que perjudican directamente a una parte significativa de su propia población.

Mientras se acercan las elecciones, es crucial que los votantes hispanos y cubanos consideren las implicaciones de su voto. Apoyar a Trump podría significar un futuro incierto y potencialmente devastador para miles de sus compatriotas, incluyendo aquellos bajo la designación I-220A, que han hecho de Estados Unidos su hogar y han contribuido significativamente a su crecimiento y prosperidad, como es el caso de la cubana M.V.

La decisión que tomen millones de hispanos, latinos y cubanos en las urnas no solo afectará sus vidas, sino también el tejido mismo de la comunidad de Miami.

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