El periódico Granma, vocero del Partido Comunista de Cuba, arremetió contra Netflix porque “mintieron alevosamente” en la cinta “Dejar el mundo atrás”.
En un artículo de opinión publicado este lunes el diario oficialista señaló que los realizadores del filme “Dejar el mundo atrás,” dirigido por el estadounidense Sam Esmail, “mintieron alevosamente, al dibujar a La Habana como un garito donde se refugian carteles de la droga y del negocio de las armas, un sitio en el cual matan de forma impune y en el que campean a sus anchas asesinos latinoamericanos, o entra y sale el FBI”.
“En Dejar el mundo atrás –también líder de audiencias de Netflix–, uno de los personajes conecta el conflicto de la cinta con ese ardid político de los servicios de inteligencia de Washington, acuñado por ellos como los «ataques sónicos» de La Habana”, añadió la nota.
El texto asegura que la cinta es extremadamente “nociva» y está manipulada por el gobierno estadounidense como parte de una campaña de “demonización” hacia Cuba.
“El falaz discurso que retoma un producto de visionado global como este, con conocidas estrellas de Hollywood, resulta en extremo nocivo en un contexto político actual de tanta complejidad; además de contribuir (cual brazo ideológico indispensable de la Casa Blanca que es el cine norteamericano) a la estrategia del gobierno yanqui de continuar demonizando a Cuba e inventando nuevos o viejos pretextos, en tanto engañosos y miserables fundamentos para seguir incluyéndola en espurias listas u otros objetivos”, dice la publicación.
«Dejar el mundo atrás» está basada en el libro homónimo de Rumaan Alam y tiene entre sus protagonistas a Julia Roberts (Amanda), Ethan Hawke (Clay), Mahershala Ali (G.H.) y Myha’la (Ruth).
Su director, Sam Esmail, ha señalado que “cuando lo leí en el libro, me emocioné de inmediato”, y añadió que tomaron “elementos del Síndrome de La Habana, que es un sonido misterioso del que aún no han llegado al fondo y que ha estado causando dolencias a la gente”.
La película es una obra de ciencia ficción que se embarca en un futuro distópico que utiliza diversos elementos de este tipo de narrativas para crear el clima de incertidumbre en el espectador que marca la cinta.
Netflix se ha caracterizado por numerosos cintas de corte progresista que incluso hacen guiños positivos a Cuba como es el caso de la obra que recrea la operación de espionaje de los cinco espías cubanos que estuvieron presos en Estados Unidos y luego fueron devueltos a La Habana en medio del clima de acercamiento impulsado por Barack Obama, quien es uno de los productores de la película junto a su esposa Michelle Obama.