La cantidad de migrantes que está entrando por la frontera es tal, que el gobernador de Texas ya está hasta el último pelo. Acusa al presidente de los EE. UU. de incentivar el flujo migratorio y dice que planea una movida desesperada: montar a los migrantes en buses y enviarlos directico y sin escala a Washington D.C., dijo la agencia AP.
El gobernador Greg Abbott dijo que Texas abordará la afluencia de inmigrantes de esa manera.
“Para ayudar a los funcionarios locales cuyas comunidades están siendo abrumadas por hordas de inmigrantes ilegales que están siendo dejados por la administración Biden, Texas está proporcionando autobuses chárter para enviar a estos inmigrantes ilegales a Washington, D.C”, anunció Abbott en una conferencia de prensa el miércoles.
“Los estamos enviando al Capitolio de los Estados Unidos, donde la administración de Biden podrá abordar de manera más inmediata las necesidades de las personas a las que están permitiendo cruzar nuestra frontera”, dijo.
La División de Manejo de Emergencias de Texas, FEMA, estará a cargo de esta operación, confirmó el gobernador.
Lo cierto es que la situación se ha descontrolado. Texas ya no tiene recursos para manejar este problema y quiere solucionarlo de manera radical. ¡Vayan para Washington!
Estudiosos constitucionales del tema migratorio aseguran que esta «iniciativa» es legalmente dudosa, casi sin precedentes y casi seguro que enfrentará rápidos desafíos judiciales.
Pero por ahora, Abbott dijo que la policía estatal comenzaría a detener e inspeccionar los vehículos comerciales que cruzan la frontera, lo que reconoció que «ralentizaría drásticamente» el tráfico de vehículos cerca de los puertos de entrada de EE. UU. Abbott dijo que las paradas de inspección se realizarían en las carreteras de Texas y seguirían la ley.
Los funcionarios de Texas también dijeron que comenzarían a “aumentar la actividad militar” en la frontera e instalarían alambre de púas en algunas aguas bajas a lo largo del río para disuadir a los inmigrantes de cruzar.
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