La sentencia de Manuel Marín trae algo de justicia a la familia de Salazar, aunque su dolor y pérdida permanecen.
El empresario miamense Manuel Marín, un cubanoamericano de 69 años fundador de la cadena de Supermercados Presidente, fue sentenciado a cadena perpetua por el juez de circuito del condado de Miami-Dade, Miguel M. de la O.
Manuel Marín fue declarado culpable del secuestro y asesinato en 2011 de Camilo Salazar, un hombre con quien creía él que su esposa tenía una aventura. Salazar fue secuestrado por Roberto ‘Bam Bam’ Isaac, Alexis Vila Perdomo, un ex luchador olímpico cubano, ganador de medallas en una Olimpiada y campeón del Mundo, y Ariel Gandulla, bajo las órdenes de Marín. Salazar fue amarrado, golpeado, degollado y partes de su cuerpo quemadas.
Durante el juicio, el juez De La O enfatizó la insensatez y la crueldad de las acciones de Marin. Impuso cadena perpetua por secuestro, 30 años por homicidio involuntario con un arma y 15 años por conspiración para cometer secuestro o agresión agravada.
Durante el juicio, la viuda de Salazar, Daisy Holcombe, se dirigió a la corte y expresó el dolor causado por el asesinato de su esposo y el impacto duradero en su hija.
Isaac, un pandillero de Latin Kings, fue condenado por asesinato en segundo grado y conspiración para cometer secuestro y asesinato, recibiendo cadena perpetua. Vila Perdomo, un amigo de Isaac y Gandulla, fue declarado culpable de conspiración para cometer secuestro y asesinato y recibió una pena de prisión de 15 años. Gandulla, un luchador de artes marciales mixtas, se declaró culpable del secuestro y cumplió 36 meses de prisión.
Después del crimen, Marin huyó a España y fue capturado en 2018. El hijo de Marin, Yaddiel Marin, fue arrestado también por supuestamente brindar asistencia financiera a su padre mientras estaba escondido en Europa.
Este caso sirve como un claro recordatorio de las devastadoras consecuencias de la violencia y el impacto duradero en las familias de las víctimas. La sentencia de Manuel Marín subraya la gravedad de sus crímenes y envía un mensaje de que los actos de violencia y venganza serán enfrentados con toda la fuerza de la ley.
La esperanza es que la familia Salazar pueda encontrar consuelo y comenzar a sanar, sabiendo que se ha hecho justicia. Sin embargo, la trágica pérdida que han experimentado seguirá dejando una huella duradera. La condena y sentencia de Manuel Marín y sus cómplices brindan un sentido de cierre y rendición de cuentas por los actos atroces cometidos contra Camilo Salazar.
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