Angola es una espina dolorosa en miles de familias cubanas; pero también es nostalgia
La presencia militar cubana en Angola es un tema histórico y geopolítico importante. Durante la Guerra Fría, Cuba desempeñó un papel significativo en el conflicto en Angola, respaldando al Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) en su lucha contra otros grupos rebeldes y el gobierno sudafricano.
El conflicto en Angola comenzó después de que el país obtuviera su independencia de Portugal en 1975. Sin embargo, diferentes facciones políticas y grupos rebeldes lucharon por el control del país, lo que llevó a una guerra civil devastadora. El MPLA, liderado por Agostinho Neto, se convirtió en el gobierno en el poder con el apoyo de Cuba y la Unión Soviética.
En respuesta al llamado del MPLA, Cuba envió tropas y asesores militares a Angola a partir de 1975. La intervención militar cubana fue decisiva para ayudar al MPLA a resistir los ataques de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), respaldada por Sudáfrica y los Estados Unidos, y el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA).
A medida que la guerra civil en Angola continuaba, la presencia militar cubana aumentó significativamente. Las tropas cubanas se involucraron en combates terrestres, proporcionaron apoyo logístico y entrenamiento militar al MPLA. La participación cubana en Angola alcanzó su punto máximo en la década de 1980, con estimaciones que varían desde decenas de miles hasta más de 50,000 soldados cubanos desplegados en el país.
La intervención militar cubana en Angola tuvo un impacto significativo en el conflicto. Ayudó a asegurar la supervivencia del gobierno del MPLA y contribuyó a la derrota de las fuerzas rebeldes y sudafricanas. La presencia cubana también tuvo un impacto en el equilibrio de poder en la región y se considera un factor clave en el proceso de descolonización y la independencia de Namibia.
La participación militar cubana en Angola finalmente disminuyó a fines de la década de 1980 y principios de la década de 1990, en paralelo con los cambios políticos y el proceso de paz en la región. En 1988, se firmó el Acuerdo de Nueva York, que condujo a la retirada de las tropas cubanas y sudafricanas de Angola y sentó las bases para la independencia de Namibia.
La presencia militar cubana en ese territorio de África es considerada por algunos como un ejemplo del compromiso de Cuba con la solidaridad internacional y la lucha contra el apartheid sudafricano. Sin embargo, también ha sido objeto de críticas y controversias, especialmente por parte de aquellos que cuestionaron la intervención extranjera en los asuntos de Angola y el costo humano de la guerra civil.
En general, la presencia militar cubana en tan luengas tierras representa un capítulo importante en la historia de Cuba, África y la Guerra Fría, y su impacto sigue siendo objeto de análisis y debate.
Pero, ¿de esa presencia queda algún testimonio latente visible en Angola? Sí, muchos y uno de esos testimonios fue recogido por el portal The Conversation.
En un artículo titulado «Mensajes pintados en los campamentos abandonados del ejército de liberación de Angola ofrecen un raro registro histórico», el portal The Conversation destaca la presencia de mensajes pintados en edificios abandonados en la provincia de Malanje, Angola. Estos mensajes, dice el medio, se relacionan con las luchas de liberación y reflejan la solidaridad global durante la era de la Guerra Fría.
Uno de los campamentos, Camalundu, sirvió como centro de entrenamiento para combatientes de liberación y muestra influencias de Cuba, Vietnam y el Movimiento de los No Alineados.
Otro campamento, Caculama, destaca la interrelación entre los movimientos de liberación y la política internacional. A pesar de su importancia, la preservación de estos sitios es limitada.
Las imágenes pueden ser vistas en este enlace (aquí) Tal vez quienes los dibujaron puedan verlo ahora, 40 años después, y revivan esa parte de un pasado horrendo, de guerras y de muertes, en una época convulsa de la humanidad.
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