Dicen que ya hay una crisis, pero lo que se avecina es peor. Costa Rica ya lanza su alerta
En respuesta al aumento significativo en el número de migrantes que cruzan sus fronteras en ruta hacia los Estados Unidos, el presidente de Costa Rica ha declarado el estado de emergencia. La medida se produce mientras la nación lidia con los desafíos que plantea este aumento de la migración.
«He ordenado al Ministerio de Seguridad que adopte una postura firme con cualquiera que tome la bondad de Costa Rica como debilidad», dijo Chaves en una conferencia de prensa, en referencia a los recientes disturbios de migrantes que cruzan el país.
Informes recientes de múltiples medios de comunicación, incluidos CNN, DW, Reuters Canadá y el Miami Herald, han puesto de relieve la escalada de la crisis. Se estima que más de un cuarto de millón de personas han cruzado a Costa Rica como parte de esta ola migratoria, ejerciendo una inmensa presión sobre los recursos y la infraestructura del país.
La declaración del estado de emergencia se considera una respuesta a la necesidad de medidas inmediatas para abordar la situación. Si bien Costa Rica ha sido tradicionalmente un país de tránsito para migrantes, el gran volumen de personas que pasan por allí ha puesto a prueba su capacidad para brindar apoyo y recursos adecuados.
La medida tiene como objetivo racionalizar los esfuerzos para proporcionar ayuda humanitaria, refugio y atención médica a los migrantes, garantizando al mismo tiempo la seguridad y la estabilidad del país. Las autoridades costarricenses están trabajando estrechamente con organizaciones internacionales para gestionar la crisis de forma eficaz.
A partir de ahora, se ha restablecido la calma en la frontera con Costa Rica tras la detención de un alborotador, informó por su parte The Tico Times. Sin embargo, la declaración del estado de emergencia refleja la gravedad de la situación y el compromiso del gobierno para encontrar una solución a este aumento de inmigrantes.
La declaración de estado de emergencia por parte de Costa Rica en respuesta al aumento de migrantes que se dirigen a Estados Unidos se hace eco de acciones similares tomadas por países vecinos, incluidos Panamá y México.
México, por ejemplo, ha implementado diversas medidas para abordar la crisis migratoria y controlar el flujo de migrantes, entre las que destaca el haber alcanzado un acuerdo con Estados Unidos para deportar a migrantes de sus ciudades fronterizas a sus países de origen, lo que busca desalentar la migración irregular y promover un retorno ordenado de los migrantes a sus lugares de origen, como señalaba CNN en Español.
Igualmente, el Instituto Nacional de Migración de México ha anunciado medidas para combatir el paso de migrantes en trenes de carga, lo que es una ruta común para los migrantes que atraviesan el país en su camino hacia Estados Unidos.
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Panamá, por su parte, territorio donde se encuentra el frecuentado y peligroso Paso del Darién, ha tomado también una serie de medidas para abordar la crisis migratoria. Lo que incluye el retorno de migrantes irregulares a sus países de origen como una forma de controlar el flujo migratorio, particularmente concentrado en la región del Darién, reseñaba en días pasados Swissinfo.
Panamá ha buscado colaboración y apoyo internacional para abordar esta crisis migratoria, reconociendo la necesidad de una respuesta regional para enfrentar el flujo de migrantes irregulares en su territorio.
Queda por ver si las medidas que implemente el gobierno tico serán de igual trascendentales. O no.
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