El cierre del túnel de la bahía, en la ciudad de La Habana, pudiera ser más molesto de lo que se pensaba inicialmente al confirmarse en días pasados que se requiere mano de obra especializada para la impermeabilización, según declaraciones del Ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila. Este túnel, que conecta La Habana Vieja con el este de la ciudad, es una vía crucial para el tráfico que normalmente asciende a unos 32 mil vehículos diarios.
Las obras han revelado problemas no previstos que podrían requerir acciones adicionales.
Sandra Loureiro, directora nacional de Vialidad, mencionó que, aunque se trabaja en el descorchado de techos y la limpieza de aceros, el principal enfoque está en sustituir una rejilla crucial para la evacuación de aguas y en trabajos de demolición, encofrado y hormigonado.
Mientras tanto, debido al cierre de una de las bocas del túnel, se ha redirigido el tráfico hacia la Vía Blanca, una ruta alternativa recomendada por las autoridades. Esta vía está ahora absorbiendo todo el tráfico que habitualmente pasaría por el túnel.
El incremento del flujo vehicular en la Vía Blanca ya ha resultado en varios accidentes.
Uno de ellos fue un accidente múltiple en cadena que involucró al menos cinco vehículos, entre los que se encontraban dos almendrones y tres autos modernos, entre ellos un taxi.
El accidente se produjo aparentemente cuando, el primer vehículo frenó de pronto en un semáforo. El resto de los autos, que no guardaba la distancia prudencial entre sí, terminaron chocando entre ellos.
Según videos publicados en el grupo de Facebook ‘Accidentes Buses & Camiones’, un agente de la policía motorizada acudió al lugar. Recientemente el coronel Roberto Rodríguez Fernández, jefe del departamento Especializado de Tránsito de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR),dijo que con motivo del cierre del túnel han sido ubicadas unidades motorizadas en varios puntos críticos de la ciudad para contribuir a la fluidez y seguridad del tráfico.
Este incidente ilustra los riesgos aumentados que conlleva el desvío del tráfico por motivos del cierre del túnel de la bahía.
La situación se complica aún más con las nuevas acciones de reparación que han surgido durante el mantenimiento del túnel.
Roberto Rodríguez Fernández, jefe del departamento Especializado de Tránsito de la Policía Nacional Revolucionaria, ha declarado que estas acciones adicionales son normales en este tipo de obras, asegurando que no afectarán el cronograma previsto. No obstante, también reconoció que cualquier retraso podría prolongar el cierre del túnel y, por ende, el aumento del tráfico en rutas alternativas, que en este caso es una sola: la Vía Blanca.
Las autoridades están intentando acelerar las obras sin comprometer la calidad, para minimizar las molestias a los ciudadanos y reducir el riesgo de más accidentes. Sin embargo, la situación actual subraya la importancia de contar con una infraestructura bien mantenida y la necesidad de planificación en la gestión del tráfico durante este tipo de cierres.
Los choferes y los habitantes de La Habana deben estar preparados para más demoras y posibles complicaciones, especialmente si surgen más imprevistos durante las reparaciones.
Mientras tanto, el Ministerio de Transporte y la Empresa de Construcciones del Transporte, junto con otras entidades involucradas, deben asegurarse de que todas las reparaciones necesarias se realicen de manera eficiente y efectiva para garantizar tanto la seguridad estructural del túnel como la seguridad vial de todos los usuarios.
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