Cuba vive un cachumbambé energético en el año que Canel prometió sería mejor para los cubanos
En un vaivén constante que recuerda al juego infantil del cachumbambé, las centrales termoeléctricas cubanas Felton y Antonio Guiteras parecen alternar sus periodos de funcionamiento y paradas, sumiendo a Cuba en una crisis energética interminable. La reciente noticia de la parada programada de la termoeléctrica Antonio Guiteras para realizar «correcciones» es solo el último episodio de una serie de averías y mantenimientos que han caracterizado el panorama energético del país.
«El ingeniero Román Pérez Castañeda, director técnico del mayor bloque unitario de la isla, precisó que la parada programada no debe exceder las 72 horas y sólo se realizaría tras comprobar estabilidad en línea de la unidad holguinera y en dependencia de la evolución del sistema electro energético nacional,» dijo en Facebook el periodista oficialista José M. Solís.
Esta situación no es nueva. En septiembre de 2023, una avería en la caldera de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras provocó un incremento de los apagones en la isla. La imprevista desconexión de esta central, la mayor de Cuba, afecta significativamente el suministro de energía, ya que su capacidad de generación es crucial para la red eléctrica nacional.
La crisis energética se agrava con la falta de transparencia y la aparente incapacidad de las autoridades para resolver las «fallas tecnológicas» que afectan a estas instalaciones. Los ciudadanos, por su parte, se ven obligados a lidiar con las consecuencias de estos apagones, que afectan no solo la vida cotidiana sino también la economía y los servicios básicos.
La alternancia entre Felton y la Guiteras, con una entrando en servicio mientras la otra se detiene, según reseña Diario de Cuba, refleja de manera más que clara la gestión deficiente y una infraestructura energética obsoleta. Esta dinámica de «cachumbambé energético» no solo evidencia la fragilidad del sistema eléctrico cubano, sino que pone de manifiesto la urgente necesidad de inversiones y reformas en el sector.
Tal vez por ello, o consciente de ello, el mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel pidió en Irán a inversores iraníes que inyecten su dinero en la isla. Conocida por ser una nación con enormes yacimientos de combustible, la experiencia de Irán en ese campo pudiera ayudar a la isla a tener más de una buena termoeléctrica jugando en la mesa del entra y sale.
De lo que habló Canel allí y pidió, hablaremos en otro momento.
