Cuba
American Airlines dice que Jetblue vuela con asientos vacíos a La Habana
En esta lucha por el cupo vacante dejado en las rutas autorizadas por el Departamento de Transporte de los Estados Unidos de América para volar a La Habana, Cuba, American Airlines pudiera recibir un premio a la persistencia. La aerolínea al parecer se ha escudado ahora en ese vieja frase que dice “vale todo” y en un informe enviado recientemente al DOT asegura que Jetblue “tiene un exceso de asientos vacíos en los vuelos de La Habana.”
Evan Hoopfer, redactor del Dallas Business Journal, el periodista que desde hace ya un buen tiempo viene siguiendo todo este embrollo que quizás pronto hasta se convierta en una serie de Netflix, expresa en su nota que tanto American Airlines como JetBlue Airways, están cada uno presentando ante el Departamento de Transporte de los Estados Unidos un expediente para justificar el otorgamiento de ese “vuelo adicional” a La Habana, Cuba, y que el DOT había asignado a Southwest y que ahora Southwest no quiere porque dice se va a concentrar en ampliar sus operaciones hacia otra isla: Hawaii. ¡Vaya diferencia!
El problema entonces se reduce a un duelo entre AA y Jetblue.
La primera dijo hace meses que no quiere más su ruta de Charlotte a La Habana. Y cuando dijo que “no estaba tan bien” se refería a que las ganancias proyectadas se convirtieron pronto en pérdidas reales. Vuelos casi vacíos, subida del precio en el combustible, hicieron que American presentara una demanda para cambiar la ruta a Miami, desde donde opera con cinco vuelos diarios a la capital cubana, y todos exitosos. El problema es que, aunque en teoría solo se trataría de un cambio (Charlotte, NC por Miami, FL) según las reglas DoT, cada ruta se elige y se asigna cuidadosamente a través del gobierno, por lo que AA “no puede cambiar las puertas de enlace de los EE. UU.,” expresa Hoopfer en su nota.
Lo interesante de este caso – o mejor digamos, una de las cosas interesantes en esta trama – es que JetBlue quiere la ruta estadounidense-Charlotte-La Habana. ¿Cómo la haría rentable si American alega estar sufriendo pérdidas? Nadie lo sabe, excepto ellos; pero además, presentó una solicitud el 20 de diciembre que detallaba un plan para agregar otra ruta entre Fort Lauderdale y La Habana del cupo dejado por Delta Airlines y que había sido asignado a Southwest que, como ya dijimos, ya no lo quiere.
JetBlue realiza apenas un poco menos de vuelos que American a la capital cubana. Tiene tres vuelos diarios (excepto los sábados, cuando solo vuela una vez), desde Fort Lauderdale a La Habana; mientras que American como ya dijimos, vuela desde Miami todos los días 5 veces. Y a lleno completo, como en un estadio de béisbol en Play Off.
¿Qué justificaría al DOT, que vela por el normal desarrollo en la competencia entre las aerolíneas y en beneficio de los viajeros, otorgar otro cupo – sería el sexto – a American Airlines, y no darle a JetBlue un cuarto, y emparejar la competencia? Aparentemente nada, y a eso apeló en su informe Jetblue. A que la pelea – dicho en buen cubano – “sea pareja”.
Pero American, conocedora que la finalidad del DOT – tal y como lo explicamos – es beneficiar al consumidor, alega que sus vuelos diarios a La Habana desde Miami son un éxito rotundo, y que un sexto vuelo sería también un éxito garantizado, y en su informe incluyó un “dardo venenoso”. No solo dijo que hay más personas que vuelan con ellos desde Miami a La Habana, que en los vuelos de JetBlue desde Fort Lauderdale a igual destino, sino además dijo – y ejemplificó con números – que Jetblue vuela con “exceso de asientos vacíos” en sus vuelos a La Habana.
Esto, que técnicamente se llama “factor de carga” (FC) pudiera incidir en que el DOT “sucumba” a la insistencia de American basada en las cifras que aporta American y que son récord público.
El FC de Américan es más alto que el de JetBlue. Así ha sido cada mes desde noviembre de 2016; y por ejemplo, en noviembre pasado, el FC de American en la ruta Miami-La Habana fue de un 83 por ciento, superior al 52 por ciento de las rutas de JetBlue entre Fort Lauderdale y la capital cubana; lo cual obligó a la compañía Jetblue a cambiar de tipo de aeronave. De la grande Airbus320 (162 asientos), ahora opera con un Embraer190 (100 asientos), un avión más pequeño, a fin de “acomodar los pasajeros y llenar sus aviones.”
“El 52 por ciento del factor de carga de FLL-HAV de JetBlue en noviembre de 2018 sería lo suficientemente malo por sí solo, pero lo que es peor, es que se produjo después de redujera su servicio de FLL-HAV por segunda vez”, dijo American en su presentación.
“La demanda del servicio MIA-HAV de Estados Unidos siempre ha sido fuerte, mientras que el servicio FLL-HAV de JetBlue ha sufrido de una escasez de pasajeros y una sobreabundancia de asientos vacíos”, agregó la aerolínea.
La pelota está en cancha del DOT. Habrá que ver si le otorga el saque a American – por insistente o por realista – o a Jetblue. Una opción pareja sería que la ruta de American, Charlotte – La Habana que ellos no quieren y que Jetblue sí, se la den a estos últimos. Pero todavía habría que ver qué hacer con el cupo dejado por Delta, que fue dado a Southwest y que Southwest ahora no quiere.
¿Se acuerdan del cuento de Burundanga? ¿El que le dio a Bernabé? ¿Recuerdan el cuento del gallo y su tío Perico? Así estamos. O lo parece, con esta historia de vuelos a La Habana, American, Jetblue, DOT y la retirada de Southwest.