Hace días anunciamos con una mezcla de entusiasmo y curiosidad la inauguración del primer sistema de bicicletas públicas de Cuba, sin saber a ciencia cierta qué esperar de una experiencia muy popular en ciudades del Primer Mundo, pero que en La Habana se antojaba algo, cuando menos, surrealista. Y el arranque ha sido lento, a juzgar por un reportaje del oficialista periódico Juventud Rebelde.
Según el rotativo, el promedio diario de solicitudes ronda las 15 bicicletas, solo 15 de las 300 disponibles, cifra que manejó en su momento el proyecto HA’Bici – Inteliforja, a cargo de la iniciativa. La idea de moverse entre el municipio Boyeros y los alrededores de la CUJAE, como todos conocen a la Universidad Tecnológica José Antonio Echeverría, parecía buena, pero los precios ahuyentan a más de uno, especialmente el mercado estudiantil.
Las tarifas manejadas van de los 100 pesos la hora, hasta los 500 pesos el día: cualquiera diría que eso, con el nivel de inflación galopante que golpea los bolsillos cubanos, tampoco es tanto. Pero en la concreta, muchos se preguntan si vale la pena pagar dicha suma para, encima, desgastarse dando pedales al sol. Los días de frío quedaron atrás, y el clima no invita demasiado a pararse en biela para avanzar…
El problema, se infiere de la nota, es que el público para el que parecía concebido el servicio (el estudiantado de la CUJAE) no puede permitirse la gracia, y menos con sus simbólicos estipendios. “Quizá en algún momento lo podamos hacer (alquilar las bicis) pero no será con regularidad”, dijo un estudiante de Ingeniería Civil al rotativo.
Los gestores del proyecto se defienden diciendo que esta es una prueba piloto, que con el tiempo se ajustarán ciertos aspectos, como el precio, y que tal vez haya descuentos estudiantiles.
Ha’Bici – Inteliforja es un servicio de bicicletas públicas que forma parte del proyecto Neomovilidad de la Dirección General de Transporte de La Habana, y cuenta con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Su actual fase presta el servicio de renta bajo demanda en dos estaciones (CUJAE y Reloj Club), con el sueño de ser un proyecto inclusivo, asequible y accesible para pobladores y visitantes de Boyeros.
Según sus redes sociales, este proyecto de desarrollo local promueve el uso seguro de la bicicleta como medio de transporte alternativo y sostenible, para reducir las emisiones de carbono en el transporte urbano –y los almendrones- y contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. Y para los inteligentes que ya estén elucubrando ilícitos, cada “chivo” tiene un chip para encontrarlas si por alguna casualidad de la vida, de esas que pasan, se pierden…