El canciller ruso Serguéi Lavrov, que arribó a Cuba la víspera, agradeció al gobierno de la isla por hacerse eco de la visión de su país sobre la invasión a Ucrania, denominada por el presidente Vladimir Putin como una “operación especial”.
«Agradecemos que desde el comienzo mismo de la operación militar especial nuestros amigos cubanos, el presidente Díaz-Canel Bermúdez, y otros representantes de la dirigencia esbozaron claramente su posición y expresaron plena comprensión en sus valoraciones de las razones que llevaron a la actual situación», dijo el ministro de Exteriores del país euroasiático.
De acuerdo con un reporte de Sputnik, el jefe de la diplomacia rusa subrayó que La Habana y Moscú tienen mucho en común, en particular, las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a ambas naciones.
Por eso Lavrov propuso a Cuba cooperar en «el ámbito internacional para movilizar a los países que también rechazan tal dictado para trabajar juntos a favor de la formación de un orden mundial multipolar en pleno cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas».
En el ámbito económico, los suministros de combustible y trigo ruso a Cuba ocuparon el centro de las conversaciones.
Asimismo, ambas partes abordaron temas relacionados con la deuda de la isla a Rusia y la colaboración comercial entre los dos países.
El canciller anunció que la armonización de las condiciones para reestructurar la deuda cubana ha finalizado y anunció que el próximo encuentro de la Comisión Intergubernamental cubano-rusa tratará la exportación de combustibles a la isla, que atraviesa una aguda crisis debido a la escasez de gasolina y petróleo.
Dijo, además, que Moscú y La Habana negocian «un préstamo especial para suministros adicionales de trigo» ruso.
«Estoy seguro que en la agenda de la Comisión Intergubernamental figura igualmente la ampliación de las posibilidades turísticas», expresó también el representante del Kremlin, y añadió que los dos países muestran interés de ampliar el turismo, aunque advirtió que la última palabra en ese tema la tienen las compañías aéreas bajo sanciones de Occidente.
