De acuerdo con la agencia Europa Press, España ha pedido a Cuba «plena seguridad jurídica» para sus empresas en la isla; mientras que, del otro lado del espectro, el gobernante Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en un encuentro con empresarios afirmó que del mercado interno saldrá la «riqueza, bienestar y prosperidad», y que esta -no la española, la cubana- debe ser ese la prioridad del país: la empresa estatal socialista.
Sin embargo, a juzgar por una declaración hecha por el Observatorio de Derechos Humanos, los mayores dividendos los estaría obteniendo el estado cubano de las empresas extranjeras, pues allí, según la denuncia existe una «injusta normativa laboral»; entiéndase explotación de los trabajadores.
De ello, de la importancia de España para Cuba, y de Cuba para España, ha dado cuenta el gobierno de Pedro Sánchez, al hablar de como las autoridades cubanas consideran que la inversión española ahora, en medio de una crisis económica sin precedentes, «es fundamental para el futuro económico de la isla».
En el documento reconocen además que «España es un país clave para la economía cubana» y «uno de los principales inversores» y el principal dentro de la Unión Europea, con «más del 50% de la inversión extranjera directa» del bloque.
«Somos el país con más empresas mixtas y un mayor número de sucursales implantadas, con una presencia muy relevante en el sector del turismo y los servicios», añade el documento, difundido por Europa Press, y replicado por el diario 14ymedio.
No obstante, en el caso de estas empresas españolas, donde trabajan no pocos cubanos, la contratación no se hace empresa-operario directamente, sino a través del Estado. Es ahí donde el gobierno se apropia de un alto por ciento del salario que la empresa extranjera paga por el servicio del trabajador cubano contratado; un hecho que ha sido ampliamente denunciado -el caso de los médicos cubanos en Venezuela y otros países es lo que más se conoce de esta «explotación moderna» que emplea el gobierno caribeñ – y que el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) califica de «injusta normativa laboral».
«Estamos a favor de la inversión extranjera en la isla, pero siempre cumpliendo los estándares a los que obligan la Unión Europea y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos de los trabajadores», ha subrayado el director de este organismo independiente.
Díaz-Canel y Marrero sueñan con empresas socialistas eficaces
Sobre el asunto, habló Díaz-Canel ante su empresariado.
En el intercambio con sus empresarios, el también Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dijo que la empresa estatal cubana -la socialista- es actor primordial de la economía; e incluso se atrevió a decir que es el pueblo, el dueño de los medios fundamentales de producción y servicios en el socialismo.
Habló además «el Díazca» de las transformaciones que durante estos 62 año, ha sufrido la empresa estatal socialista, y criticó a directivos y trabajadores por no considerarse ellos como los principales sujetos de esos cambios.
Junto a el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz; el vice primer ministro Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación; Salvador Valdés Mesa, Vicepresidente de la República, y Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Económico; reunión a la que asistió también el vice primer ministro Ricardo Cabrisas Ruiz, y varias ministras y ministros, junto a otras autoridades, se escuchó a hablar a un «desaparecido»: Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión permanente de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos.
Hablaron de los «cambios» ocurridos como parte de la Tarea Ordenamiento; de 250 decisiones y 145 normas jurídicas tomadas «como parte del seguimiento a la Tarea».
El resultado del «análisis» fue el siguiente: 488 empresas reportaron pérdidas. Todas socialistas. El 82 por ciento de ellas vinculadas al sector agropecuario, detalla el diario oficialista Juventud Rebelde.
Fue allí donde Manuel Marrero Cruz dijo que «necesitamos estremecer el sector empresarial estatal», «hacer las cosas de forma diferente» y de la empresa socialista dijeron que esta tiene que ser la pauta que inspire. Esa que sea capaz de «impulsar encadenamientos productivos al interior de la economía para sustituir importaciones».
Pero nadie sabe, ni siquiera Marrero, cómo es que eso puede lograrse dentro del socialismo cubano.
tal vez quieras leer: «Hemos esperado años», aseguran emprendedores cubanos