Las abejas de un vecino se escaparon de sus cajas y la emprendieron con aguijonazos contra unas 15 personas y un perro, en una zona cercana. Como resultado del incidente murió el perro, y un adulto se encuentra internado debido a las numerosas picaduras recibidas.
El hecho tuvo lugar en en el sureste uruguayo, en una localidad llamada Mariscala en el departamento de Lavalleja.
El propietario de las abejas dice que fueron unas 200 las abejas que atacaron a la familia, y ahora el hombre será inculpado por las autoridades bajo el cargo de “tenencia irresponsable,” un cargo aplicable a aquellas personas que tienen una mascota o un animal – o insectos como en este caso, reptiles – que se escapan y causan daños a otras personas o a propiedades.
Se desconoce cómo fue que las abejas escaparon. El hombre asegura que las tenía en su vivienda, en varios cajones, pero «algo pasó» que, durante una limpieza, los insectos escaparon y quince personas y un perro tuvieron que enfrentar las picaduras.
Las abejas se escaparon de los cajones y atacaron a varias personas cercanas al área, explicó a la policía el alcalde de Mariscala, Francisco de la Peña.
Este señaló que aunque actuaron de inmediato fue dificil contener al enjambre.
Todas las personas recibieron asistencia médica; mientras, las autoridades agarraron las cajas y se las llevaron del lugar.
De la Peña dijo al medio Telenoche «fue un accidente muy atípico»
«No es común, aparentemente de tenencia irresponsable de abejas de una persona que tiene finca acá en Mariscala pero no reside en ella, viene esporádicamente”, comentó el funcionario.
El que se llevó la peor parte, además del perro fallecido, fue un vecino del hombre, pues todas las abejas, las 200, lo picaron.
Su mujer y cuatro hijos sintieron sus gritos y acudieron a ayudarlo, pero ellos también debieron enfrentar el ataque de las abejas.
Si bien la picadura de las abejas no contienen un veneno que de por sí sola logre aniquilar a un ser humano, en el caso de los enjambres es distinto, pues además de que son más porciones de veneno, este llega con mayor volumen a la sangre.
Descontando que la persona pueda sufrir un shock profiláctico, el pánico y el miedo acelera el pulso sanguíneo y con ello el bombeo de sangre al corazón. Incluso, el pánico, puede provocarle a una persona la muerte.
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