Connect with us

Cuba

Gestos de solidaridad entre los cubanos ante la crisis energética

Published

on

Por María Carla Prieto

Ante la crisis energética que se vive en la isla, muchos cubanos se han decidido por la solidaridad con el prójimo. En medio de la indolencia de algunos, se agradecen y valoran estos pequeños gestos

Me duele la vida de esperar un carro. Monto en el más raro de todos: salvo una señora y yo, estaba totalmente vacío. El chofer del almendrón azul –que me cobró un dólar desde G hasta Boyeros y Tulipán- se mostraba muy feliz de la situación.

“En medio de esta crisis, el gobierno no puede contar con nosotros los boteros. Ellos hicieron de todo para que uno no se buscara lo suyo, por eso sacaron los carritos amarillos a cinco pesos, para jodernos. Ahora los jodíos son ellos: no tienen con qué mantenerlos y la gente está al tirársele para la calle”.

Me limito a mostrarme incómoda en mi asiento. Mi otra acompañante, una señora de unos cincuenta y pocos años, no se pudo contener: “La gente como usted es el verdadero enemigo. Yo a veces no estoy de acuerdo con las decisiones que toma el gobierno, pero sé diferenciar entre lo que les hace daño a ellos y lo que afecta a las personas como yo”.

El hombre no esperaba esa respuesta, por eso se limitó a conducir, sin mencionar otra palabra. Cuando llegamos a la esquina de Bohemia volvió a interrumpirnos: “ Perdonen, ¿ustedes van hasta Tulipán o se quedan antes? Lo que pasa es que ahí, adelante, hay una patrulla, entonces me conviene entrar por aquí, porque podrían pararme”.

Las dos asentimos, aun cuando había algo en mi interior que me pedía negarme. En la esquina de la Agencia Viajero, que está en esa zona, pagué y me bajé sin despedirme o agradecer.

Lea tambiénChofer buena gente recoge público y no cobra un centavo

Aunque en la calle se habla de la vuelta de los amarillos, aquellos personajes que detenían los carros estatales usando una tablilla, yo no los he visto. Su función en estos tiempos de crisis la cumple la policía.

“Es triste lo que se ve en las paradas a diario, sobre todo en el horario pico”

En la parada de Boyeros y Ermita, por ejemplo, no hay ningún guardia. El oficial de tránsito que le corresponde al lugar está apostado unos metros más adelante y, aunque le da el alto a los vehículos, estos no vuelven atrás.

“Los carros pasan por aquí sin parar, incluso algunos estatales. A ese caballito parece que le pagan por estar en la sombra, relajado. Hoy se está viendo más la ayuda de la gente, incluso los particulares se conduelen de lo que está pasando”.

A mí me consta. El otro día me recogió un particular, que me vio y sencillamente se detuvo. Cuando le pregunté por qué este hecho tan inusual, me explicó: “la gente es la que está pasando mal momento. Hay que ir más allá de la simple ayuda el país; estás sirviéndoles a otros que podrías ser tú. Solo hay que ver las caras que hay en una parada llena, y cómo le mejoras el día a alguien que llevaba sabrá Dios cuánto tiempo esperando”.

“Yo sí he tenido suerte. Son muchos los carros estatales que me han recogido en estos días. Veo la cohesión del pueblo en esta lucha, mas como mismo te digo esto, te digo que hay quien no mira ni para el lado. También pienso que el gobierno debería ponerle un tope a los cuentapropistas porque ellos son los que mayor tajada están cogiendo”.

Otras personas, sencillamente, no reseñan lo mismo: “Mi suerte han sido los carros amarillos. Muchas veces me han cobrado cinco pesos, pero a la amiga mía le cobraron un CUC por el  tramo”.

“Yo creo que esta es una cuestión que requiere de esfuerzo y de la cooperación de cada uno. Todo el mundo debe estar apoyando como pueda. Es triste lo que se ve en las paradas a diario, sobre todo en el horario pico, y aunque los inspectores se encargan en su mayoría de parar los vehículos, seguimos esperando”.

Otra solución ha sido permanecer en casa. “Yo llevo más de dos semanas encerrada en mi casa, solo salí dos veces. La primera volví a pie, y la otra esperé dos horas en el Parque de la Fraternidad”.

Los cubanos somos más que esto. Se impone la solidaridad, aunque no se esté viendo mucho. No importa si estás con el gobierno o en contra. Los de arriba no sufren nuestros problemas; y los de abajo solo pagamos la incompetencia de otros.

 


 

¿Quieres reportar algo? Envíanos tu información a:

[email protected]

Comentarios

LO MÁS TRENDING

LO MÁS VISTO