Recogedores de basura destruyen acera del Vedado capitalino

Texto y fotos: Lucía Jerez

La acera de la esquina de 13 y 8, en el Vedado, quedó destruida luego de que los trabajadores de Comunales pasaran a recoger basura acumulada durante días

Los basureros en La Habana siempre generan debates. De hecho, cuando en el 2016 la capital fue coronada como una de las siete urbes maravilla del mundo moderno, la mayoría de los comentarios que cuestionaban esta denominación trataban sobre la insalubridad en muchas de sus calles.

Es común hallar en la prensa, redes sociales o en determinados espacios de la televisión, diversas quejas de la población respecto a protuberantes vertederos cerca de escuelas, viviendas, hospitales, paradas de ómnibus, etc.

La crisis que actualmente vive la isla ante la carencia de reservas de combustibles ha transformado las dinámicas con un estricto sistema de ahorro, en el cual el transporte y la circulación de vehículos en general se ven afectados.

En este contexto Comunales no quedó exento y los viajes que solían hacer a menudo los camiones para barrer desechos han quedado reducidos a pocas veces por semana, incluso, en ocasiones, exceden los ocho días de una recogida a la otra.

Un suceso reciente molestó de manera particular a los habitantes de las esquinas de 13 y 8, en el Vedado. “Luego de mucho tiempo sin llevarse los desechos, llegó el otro día un vehículo encargado de estas tareas y con una excavadora decidieron levantar la costra que permanecía adherida a la superficie, llevándose además de la basura, parte de la acera”, explicó indignada Ariadna.

“Los comportamientos no tienen nada que ver con la coyuntura. Es la falta de sentido de pertenencia, la despreocupación, el poco compromiso con la labor que realizan”, agregó José, un anciano que frecuenta el vecindario.

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Para Mirta es necesario denunciar la situación, pues hay que prever futuros daños en tuberías, alcantarillas o tendidos eléctricos. No obstante, mientras hablamos otra señora aclara que ya han protestado, pero “no existen respuestas”.

Esto no solo provoca altos niveles de contaminación y acumulación de inmundicias durante un período prolongado sino que también causa daños en la estructura del asfalto o lugares donde se encuentre la basura.

“Si los carros demoran en pasar es impresionante la fetidez que suelta cuando finalmente deciden llevársela. Claro, es obvio que el grado de descomposición aumenta y quedan unas manchas en el suelo que transcurren varios días desprendiendo ese hedor, pero hay que trabajar con cuidado, porque no se puede ir por ahí destruyendo la ciudad”, comentó un ciudadano que vive en H y 21.

La Habana está próxima a cumplir 500 años, hacer por ella “lo más grande” es la consigna que se ha hecho viral durante la campaña. Sin embargo, con los pequeños detalles también se desbaratan las obras.