Cuba
En Santiago de Cuba falta el agua y sobra la basura
Problemas con baterías y neumáticos tienen la mayoría de los carros pipa de agua paralizados en la provincia de Santiago de Cuba.
Los que recogen la basura también están paralizados casi todos.
En la habitual conferencia que se efectúa cada semana en el Gobierno Provincial de Santiago de Cuba, trascendieron -otra vez- los problemas con el abastecimiento de agua y la recogida de desechos en la provincia. Un hecho que se resume en la falta de higiene, de modo general en el territorio. Visto de esa manera, no es de extrañar la alta incidencia de casos de covid-19 allí, en la hospitalaria Santiago de Cuba.
Señala el diario oficialista Sierra Maestra que estas son “dos de las inquietudes más acuciantes del pueblo santiaguero”; un mal que se acumula año tras año. En el caso del primero, el abastecimiento de agua, las autoridades de Santiago de Cuba han informado de no pocas labores hidráulicas para revertir la situación en el montañoso territorio, pero entre corrupciones, robos y desvíos de materiales, el líquido no llega a los hogares santiagueros del modo en que debería.
Las autoridades convocaron a una conferencia de prensa donde, otra vez, se apañaron de datos y cifras, además de verter no el agua, sino las culpas en las empresas del territorio encargadas de que el agua llegue y que la basura se recoja.
De paso, las apañaron, informando que empresas como Aguas Santiago “presenta limitaciones en los recursos materiales”.
Esta empresa tiene un total de 1 619 trabajadores, pero de los 52 carros-cisternas o pipas de agua, sólo 11 están en un estado apto para su uso.
Al resto de los vehículos les faltan o neumáticos o baterías. O ambas cosas.
Más problemas con la higiene en Santiago
Señala el Sierra Maestra que “de los 12 carros limpia-fosas, ocho se encuentran habilitados para la tarea; y de 72 equipos especializados, sólo hay 23 aptos. Como consecuencia, el porciento de disponibilidad técnica es bajo, con un 32%, lo que ocasiona los ciclos de agua espaciados”.
En comunidades como Puerto de Boniato, Siboney y Caletón, el ciclo de entrega es de 60 días y más. En repartos como Sueño, Santa Bárbara, Portuondo, Zamorana y Flores, hay reportados como promedio, 218 salideros, aunque dentro de este número se contabilizan otros repartos más.
Debido a la inexistencia de suficientes mecanismos especializados para solucionar las roturas, como son las excavadoras y los compresores, de esos 218 salideros “promedio”, solo se reparan entre 35 y 45.
Las fuerzas mecánicas se emplean en los más problemáticos, localizados fundamentalmente en las arterias de la ciudad.
Por si fuera poco, al tétrico panorama contribuyen más de 127 obstrucciones, todas pendientes de solución, aunque en la reunión se informó de que se resuelven a diario 42 de forma manual y mecanizada.
La sequía influye asimismo de manera notoria en el desabastecimiento del líquido, y así la sufren municipios como Baraguá, Mella, San Luis, Guamá y Segundo Frente, y se espera que la entrada en funcionamiento de una conductora de agua soluciones el problema.
En cuanto a la recogida de basura, la situación es cuando menos caótica. Señala el medio oficialista que “43 equipos de transporte contabilizados en Santiago, funcionan menos de 16”; presumiblemente también por falta de neumáticos y baterías.
La única solución, por ahora, en aras de evitar otros brotes epidemiológicos es trabajar con énfasis en las comunidades más pobladas. Es decir: dentro de la ciudad cabecera.
En la periferia y en el resto de los municipios de la provincia de Santiago de Cuba la solución ideal se resumen en dos: esperar que llueva, para que abunde el agua y esta se lleve calle abajo los desechos sólidos sabe Dios a dónde; y viajar al Santuario del Cobre, a rezarle a la Virgen de la Caridad por una solución.
Roberto A.
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