Cuba
Funcionaria casi que llama mentiroso a custodio de Ciego de Ávila
El pasado 27 de abril el diario oficialista Juventud Rebelde publicaba en su columna Acuse de Recibo, el triste caso de un custodio de la fábrica de tabacos La Casita Criolla -ubicada en el territorio de Chambas, Ciego de Ávila-, que denunciaba lo que sin dudas entendía fue una injusticia laboral contra él, que lo único que hizo fue acatar órdenes.
Rigoberto Fernández Castillo, que así es como se llama el custodio, contaba en su carta que cuando la directora y la económica de su centro laboral resultaron positivas a la COVID-19, se les orientó a todos los trabajadores que “se aislaran en sus casas”. Pero… como él era custodio, le preocupó que la fábrica de tabacos quedase sin protección.
Fue entonces que Julio Antonio Torres, jefe de Producción, y Ricardo Varona Pestana, director de la Empresa Agropecuaria de Florencia, le dijeron que “se quedara” cuidando los bienes del estado. Ambos funcionarios tomaron la decisión -correcta a todas luces- tras “haber hecho las consultas necesarias”.
Sin embargo, el custodio, precavido por dos, llamó al Consejo de Defensa Municipal pues quería conversar con la Directora de Higiene y Epidemiología de Chambas. Esta se encontraba reunida, y le respondió otra funcionaria, Yudelsy Gutiérrez Pestano. Le indicó que debía permanecer en su puesto, pues claro ¡hay que preservar los bienes del estado!
Y en eso se encontraba Rigoberto, custodiando los bienes del Estado, para que ningún ladrón se apropiara de los tabacos y las hojas de tabaco, cuando se le apareció allí la inspectora del Minsap Lisvania López. Esta le preguntó qué hacía allí, y acto seguido, sin escuchar razones, le impuso una multa de 2 000 pesos.
El hombre quiso reclamar. Le dijeron que pagara primero y reclamara después. Eso hizo, pero “a los pocos días la doctora Damarys Ferrón, directora Municipal de Higiene y Epidemiología, le comunicó que su apelación había sido denegada”.
tal vez quieras leer sobre este asombroso caso: Multa de 2000 pesos por cumplir con su deber
Luego de dos meses de publicada la queja en el Juventud Rebelde, ningún funcionario involucrado en este absurdo le ha respondido al diario de circulación nacional. Eso sí, lo hicieron en el Invasor, periódico avileño en el cual fue publicada también la queja.
En la respuesta de Damarys Ferrón, directora de Higiene y Epidemiología en Chambas, publicada en el Invasor, poco le faltó para decirle mentiroso al custodio.
El custodio califica la respuesta de la funcionaria como “una explicación distorsionada de cómo ocurrieron los hechos que la llevaron a ordenar la multa. En su respuesta, esquiva y confusa, se cuida muy bien de no mencionar a los dos factores principales que me llevaron a cometer la infracción: Ricardo Varona Pestana y, sobre todo, Yudelsy Gutiérrez Pestano.
“En su enrevesado alegato dice que dentro de sus funciones no está evaluar el comportamiento de Ricardo y Yudelsy. Pregunto: ¿Las leyes hacen distinciones a la hora de ser aplicadas, atendiendo al cargo del infractor? ¿O es que el dirigente es infalible, inmune, intocable? ¿Cómo no protestar ante tamaña felonía en la Cuba de estos tiempos?”, se pregunta este hombre que se define como ‘un revolucionario, que confía en la justicia’.
Al parecer la Revolución y la justicia le han dado la espalda a Rigoberto. El único consejo que nos queda darle es que se plante en casa de la periodista Saylí Sosa o en la casa de Katia Siberia, las únicas dos periodistas avileñas acostumbradas a pulsear con los absurdos, y los funcionarios absurdos, en la tierra de la piña.
Que espere. Y que mientras, además, rece.
por Ariel P.