Paquita “sin Armas” entrevista a Humberto López

Afirma Humberto López que sus programas si reciben tantos ataques y él también, es porque “la esencia del mensaje está bien”

Humberto López afirma en una entrevista que todo lo que se dice de él es mentira, pero no muestra ni una sola prueba para desmentir siquiera a su tía, que lo acusa a él y a su padre de mentir en una declaratoria de herederos para apropiarse de la casa que era de sus padres.

A tirarle “el salve”, con una entrevista, vino Paquita de Armas Fonseca, la conocida periodista de Culturales en los medios cubanos, cuya trayectoria ha sido meritoria únicamente en un país donde la fidelidad “a la causa revolucionaria” le ha valido no sé cuántos premios dentro de la prensa cubana, a pesar de que todo el que conoce de periodismo, entrevistas, redacción, etc. y etc. insiste en que Paquita no pasa de ser una periodista bastante normal.

Para que tengan una idea de quién es Paquita. No tiene nada que ver con la cantante mexicana Paquita la del Barrio, pero sí fue la responsable directa de que al cantante Jorge Jr. le espantaran una multa por la cabeza de 3000 pesos; multa que luego se quedó en $2000 tras la intervención divina del líder de Havana D´Primera, Alexander Abreu.

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Paquita, que hasta fue jurado y todo de los premios de Periodismo “Rubén Martínez Villena”, donde se atrevió incluso a premiar una categoría hypermedia, de la cual ella no conoce absolutamente nada, salió en el portal web de la Televisión Cubana a decir que Humberto López “sí suena”, aunque en realidad fue Humberto el que le dijo a ella que sí sonaba.

Paquita, quien últimamente ha estado metiendo la pata y esquivando con delicadeza no pocos acontecimientos virales en las redes -por ejemplo, no ha dicho nada de las fiestas de Sandro Castro en su casa en tiempos de covid, pero sí “intuyó” que Jorge Jr. había hecho una- llamó a Humberto López uno de sus “chamas” y ya con esto es suficiente para uno adivinar por dónde vienen los tiros de esta “periodista” que en el gremio cubano es objeto de burlas y descrédito porque su redacción periodística semeja cualquier cosa, menos lo que ella aspira que sea y por lo cual el gobierno, no sabemos si por cansado o por veterana ella, la premia.

Dice Paquita “sin Armas” desde el principio que “este no es un texto imparcial”. Entonces ya lo sabe uno cuando se adentra en la madeja: es una entrevista parcializada y complaciente. Digna de competir con esa otra que le hizo hace unos días el estudiante de periodismo Pedro J. Velázquez al más que sin prestigio Raúl Torres, y este le sugirió que “arreglara las respuestas”. Pedro J., fiel al estilo “paquitil” incluyó este parlamento y todo en su entrevista, por lo que a nosotros no nos queda claro cuánto y cómo dijo Torres, porque Pedro J. parece que se lo arregló.

Casi nada interesante dijo Paquita, a excepción de su crítica y reconocimiento tácito de lo mal parado que salió “su chama” en la encuesta del Centro de Investigaciones del ICRT  -a la que criticó-, cuyos resultados fueron manipulados para darle a Humberto López la categoría de “excelente”, y entre las torpezas “revolucionarias” que cometió dijo que era un honor o ser mentora de ellos o que ellos recibieran el premio (en mi opinión, no está claro en la redacción).

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Refiere ella que fue “pitonisa” cuando en el 2017 advirtió que siguieran a Humberto López y luego afirma que “tiene todas las condiciones que necesita un buen conductor”.

Luego se comió unas mayúsculas Paquita para luego llamarlo “surtidor de ideas propias”, “esponja de sugerencias ajenas” para luego afirmar que “el Facebook se revolvió” el día que Humberto López comenzó a ejercer sus dotes de antiperiodista, difamador y mentiroso. Claro, Paquita no lo dijo así, sino que lo felicitó por desenmascarar a “los genefluxos del Norte”.

Dice que se graduó en Matanzas -sutil detalle: Matanzas por Universidad Municipal de Colón- y a pesar de que lo hizo con una tesis sobre “la tutela administrativa para mayores de edad incapacitados” y que este es “uno de los temas más nobles y humanos porque involucra a ancianos y a personas con todo tipo de situaciones de discapacidad”, no ha tenido ni el decoro de refutar las declaraciones hechas por su tía en Facebook, que lo acusa de que su padre -hermano de ella- la dejó sin una batidora siquiera para hacerle un puré a su hijo -y primo de Humberto López-, un joven discapacitado.

Dice que creció en una familia de revolucionarios pero tuvo que mencionar a su abuela materna, por la sencilla razón de que su padre hasta fue juzgado en Matanzas por delito, y su madre era una conocida traficante merolica, que vendía y revendía de todo en su casa. Vive ilegal en Jaimanitas, pero dice que es “revolucionario”.

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El hombre que no le permite el derecho a réplica a la decena de injuriados en sus desastrosos programas -que incluye puesta en escena de menores de edad vestidos de presos comunes- apunta que “lo más importante es la construcción plural”, donde “muchas personas participan”.

Cree Humberto López que sus programas, si reciben tantos ataques y él también, es porque “la esencia del mensaje está bien” y afirma que las ofensas son fuertes, pero más fuerte es la “convicción de creer en lo que estás haciendo”.

“Eso es más fuerte que cualquier ofensa o crítica destructiva a lo que tú haces piensas que no eres el primero, ni el más ofendido, y eso te ayuda a seguir adelante y hacer lo que te toca”.

Ariel P.