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Cuba

Otra vida perdida en derrumbe en La Habana

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La muerte de una persona en el último colapso en La Habana confirma que las viejas edificaciones de la capital  son trampas mortales que han cobrado -al menos- siete vidas en este 2020, durante el suceso o después en el hospital.

En esta ocasión, el derrumbe en La Habana provocó el fallecimiento de una señora de 74 años este lunes, cuando se desplomó el entrepiso de un edificio multifamiliar, el No. 319 de la calle Amargura entre Aguacate y Compostela.

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Los hechos ocurrieron en La Habana Vieja a las 12:20 pm del 28 de septiembre, según informó en su cuenta de Facebook el Consejo de la Administración de ese municipio, en una vetusta edificación que, a simple vista, se encontraba ya en estado ruinoso.

Los Bomberos y el Servicio de Urgencias Médicas acudieron al lugar y las fuerzas de rescate trabajaron con grúas para sacar a dos personas que quedaron incomunicados en la parte superior.

El diario Tribuna de La Habana publicó una escueta información en la que no precisa la identidad y que refiere que “fue calificada de inmediata la respuesta de los órganos de rescate, la Policía Nacional Revolucionaria, los bomberos, especialistas del Sistema de Urgencias Médicas, así como representantes de los gobiernos provincial y municipal que arribaron al lugar para colaborar en las labores, donde ya la comunidad se encontraba reunida para ayudar”.

Se trataría de la séptima muerte conocida en la capital cubana en lo que va de año, en hechos muchas veces conocidos primero por redes sociales y medios alternativos, lo cual ha obligado a la prensa oficialista a reconocer el problema que aqueja a la ciudad, con una planta habitacional deteriorada.

Varias personas han perecido desde que, en enero pasado, un derrumbe en La Habana conmocionó al barrio de Jesús María, pues en este perdieron la vida tres niñas, de entre 11 y 12 años, al desplomarse un balcón. Una de ellas falleció al instante, y las otras dos, en el hospital.

Semanas después, en marzo, perdía la vida Rolando Mulen Rodríguez, de 26 años, y resultaba lesionado otro joven de tan solo 19, en la dirección situada en Inquisidor 515, entre Luz y Acosta.

Con el eco de estos acontecimientos y otros que no provocaron muertes, el jueves 23 de julio fallecía María Magdalena Olivares Miller, de 68 años, por un derrumbe parcial que la dejó atrapada bajo los escombros, en Monte 1061 entre Fernandina y Romay, en el municipio Cerro.

Mientras el 16 de septiembre, la prensa oficialista confirmaba un caso en la calle Cuba, entre Luz y Acosta, también en el municipio La Habana Vieja, que segó la vida de Rosa Martía Sortis Cuella, de 69 años.

En diciembre de 2019, a un año de la implementación del programa de vivienda, se reconoció que en Cuba existía un déficit habitacional de 929 mil 695 viviendas, de las cuales 527 mil 575 eran viviendas nuevas a construir y 402 mil 120 viviendas a rehabilitar.

Mientras, cifras oficiales dadas a conocer en mayo pasado por el ministro cubano de la Construcción, René Mesa Villafaña, en el programa de TV Mesa Redonda, sitúan en 122 072 las viviendas con piso de tierra en el país, y en 9611 las llamadas cuarterías, muestra inequívoca de que el fondo habitacional de la isla está muy depauperado.

Julio Linares

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