Cubanos reaccionan a nueva medida con el dólar

Cada vez la soga aprieta más y más, incluso exprimiendo el dólar

En estos mismos instantes, miles de cubanos se cuestionan como -por ejemplo- el pasado mes de mayo el gobierno de Cuba anunciaba que no tenía dólares para dar en la modalidad de recanje en las tiendas CADECA S.A. de los aeropuertos, y ayer -en la Mesa Redonda- conocimos que en realidad no es que no exista una escasez de dólar, sino que al contrario hay un excedente.

Esa es una de las preguntas que, por ejemplo, se hacía hace unos minutos el joven periodista cubano Michel Hernández, uno de los tantos cubanos preocupados por la nueva medida con el dólar que, cual coup de force, anunciaba ayer de manera inesperada el gobierno cubano.

La explicación de esta medida, dicha en la Mesa Redonda, y que dejó a Randy Alonso más boquiabierto que un majá con hambre -a saber cuántos dólares tiene Randy bajo el colchón en su casita de Playa- llegó como jarro de agua fría a miles de cubanos, que a pesar de todo aún confían en el dólar como la única moneda que puede salvar a la tambaleante economía cubana. La que se escuda tras el bloqueo para justificar por qué -por ejemplo- a sus testaferros extrafronteras se le hace cada vez más difícil llegar a un banco y convencer a un gerente de que le abra una cuenta con el dinero que lleva guardado en su maleta.

Es curioso -aparte de que según ellos la medida es “coyuntural”- me dice un amigo experto en estos teje manejes gubernamentales, que el anuncio llegó a ramplán. Él lo achaca, convencido, al hecho de que el Parlamento Europeo condenó al gobierno de la isla ayer y -prevé- que a partir de ahora vendrá un proceso en el que los bancos del Viejo Continente tengan un respaldo de los diputados europeo para no meterse en líos con financiar dictaduras que violan los derechos humanos y que, en los EE.UU., están en una lista de estados que no colaboran en la lucha contra el terrorismo.

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Dice además, a modo de burla, que es tan cubana como la palma que “milagro no le han echado la culpa a Ignacio” (se refiere a Ignacio Jiménez, un cubano español que en días pasados anunció que Cuba perdería millones de dólares en juicios ya a punto de decidirse) y que al parecer tenía alguna “fuente” verdadera, o algo de profeta.

“Nos quitaron el oro en los 80, los CUC´s este año, ahora el dólar”, resume.

Otro de los cubanos, el periodista Alexis Boentes, tiene otra visión del problema y dice que esto con el dólar es eso. Simple y claro. Quieren quitarle los dólares -cash- a los cubanos que los tienen, y quieren que sus familiares los mantengan abierta, descarada y casi íntegramente desde el exterior.

Un colega suyo, y cubano también, piensa parecido.

La parte mas dura de este asunto es que un 75 por ciento de los cubanos no tiene familia “directa” en el extranjero que les recargue desde allá afuera sus tarjetas en MLC. Y otros que sí, tienen que contar con el poco tiempo que tienen sus familiares en el extranjero para pasar el proceso que puede demorar toda una mañana, y quien sabe si días, en el asunto de comenzar en el proceso de envío de divisas a una tarjeta en la isla. Conozco el caso personal de una amiga, que en el banco de su pueblo, en Alemania, cuando dijo las palabras mágicas “dólar” y “Cuba” le dijeron en un alemán clarito que nananina.

Peor la tiene otra amiga, desde La Habana, que había estado sorteando todo este vendaval con unos dólares que, rigurosa y mensualmente, por alguna que otra vía le enviaban desde Miami.

Con el cash en la mano, ella agarraba una pequeña parte y lo metía en su tarjeta MLC para sus compras; el resto lo ahorraba, cada mes, para eventualmente, cuando termine de graduarse, irse del país y no llegar allá afuera con una mano delante y la otra detrás.

Su grito ayer, desesperado, era el grito de miles de cubanos.

“Compadre, aquí no lo dejan a uno ni ahorrar un dólar pa´irse de esta porquería”.

Ariel P.

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