Cuba
Campesino cubano reclama pago de tomate cosechado
Al hacer pública esta queja sobre un tomate cosechado y no pagado, el diario Juventud Rebelde dice: “no es la primera vez que afloran en esta columna adeudos a productores que provienen de malos manejos de directivos de esas formas productivas.” Y tiene toda la razón.
La cosecha de tomate en Guantánamo es toda una odisea. De hecho, el mango también. La oriental provincia ha sido noticia en diversos espacios de manera reiterada por dejar, abandonado en el campo, no pocas toneladas de tomate y de la deliciosa fruta. Ahora, ocupa también espacio en el diario oficialista Juventud Rebelde con un bochornoso caso: un grupo de campesinos reclama el pago – su pago correspondiente – de una cosecha de tomate.
Como siempre, las lágrimas han ido a parar “a la fuente” de Acuse de Recibo, la sección que lleva el maestro de generaciones de periodistas Pepe Alejandro; un ser que ha mutado en santo y patrón de los desvalidos de cientos de instituciones en la isla que a menudo dan espalda a los problemas, mil curvas a las soluciones, quinientas respuestas a los afectados y que, una vez que se ven emplazados ante la opinión pública, resuelven el entuerto que llevaba años resolver, con una facilidad que asombraría al mismísimo mago Mandrake.
Pues a él, a Pepe, ha acudido Ángel Domínguez, residente en Los Pozos, consejo popular Yacabo Arriba, en el municipio guantanamero de Imías.
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Ángel reside en la localidad de Los Pozos de Yacabo Arriba y es socio de la cooperativa de crédito y servicios (CCS) Julio Antonio Delgado. El campesino refiere en la misiva enviada al diario, “que a partir de mayo de 2018, él y otros 20 campesinos entregaron toda su producción de tomate a la CCS. Y aún no han recibido el pago correspondiente.”
Por supuesto, antes de “caer en manos de Pepe”, ya ellos cargan en su piel con “varias heridas en combate”. Se quejaron ante los funcionarios de la empresa agroforestal que los atiende; pero estos alegan haberle pagado a la cooperativa. Sin embargo, el dinero no aparece, y Domínguez está seguro que alguien le ha echado mano al dinero que a él, y a otros como él, le corresponde.
Refiere Pepe al hacer público el escarnio sufrido por este campesino guantanamero, que “no es la primera vez que afloran en esta columna adeudos a productores que provienen de malos manejos de directivos de esas formas productivas.” Y tiene toda la razón.
Al menos que a este redactor le conste, en el último año varias quejas similares han visto la luz en la columna Acuse de Recibo. Ninguna de ellas hasta el momento ha sido resuelta.
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