Connect with us

Cuba

“¡Viene un tsunami!”, gritaron en Baracoa y se formó el corre corre

Published

on

Una falsa alarma sobre la llegada de un tsunami provocó una estampida en Baracoa, reveló el diario oficialista Juventud Rebelde.

El hecho, dice el citado medio, sucedió el pasado 10 de junio.

Eran aproximadamente las 7:55 pm cuando varias personas de los consejos populares La Reforma, La Asunción y Playa-Turey gritaron: “¡Viene un tsunami!”. Y se formó la estampida.

El diario oficialista llamó al hecho “un aviso irresponsable”, que “provocó pánico y un peligroso caos que llevó a más de mil personas a huir de un riesgo incierto para exponerse a otro posiblemente peor”.

Señala el diario que las autoridades investigan el hecho; más que nada, procuran saber quién -o quiénes- fueron los que generaron la bola. Lo tildan de “cruel maldad”, aunque el intendende de Baracoa, Norges Rodríguez Delgado, dice que no se ha podido esclarecer.

Puede que incluso la persona -o las personas- que generaron la bola verdaderamente creyese que venía un tsunami; pero el engaño, en una población desinformada, que ni siquiera le interesa quedarse en casa oyendo noticias pues más importante le es salir a la calle a resolver “el diario”, llama la atención de las autoridades.

Y es que, tras la alarma, no pocas personas debieron ser atendidas en centros de salud. Varios de ellos presentaban “descompensación de la presión arterial y dolor precordial, incluidas varias mujeres en avanzado estado de gestación”, explica Juventud Rebelde.

“El hecho demostró que estamos obligados a entrenar más a nuestra población para que se apegue a las fuentes oficiales de información, y que se familiaricen con las señales de aviso y números telefónicos con los que deben comunicarse antes de actuar”, consideró.

“Ese día, pocos minutos después de la falsa información, logramos un enlace directo con la radio local y llamamos a la calma, de manera que en poco tiempo la población estaba impuesta de la realidad”, aseveró el Intendente de la ciudad primada de Cuba.

Una periodista, reportera de la televisión baracoense, dice que no corrió por falta de tiempo, cuando vi a muchas personas venir corriendo hacia las zonas altas de la ciudad, para escapar de la furia del presunto tsunami.

“Aunque vivo en Joa, una de las zonas altas de la ciudad, hoy cerrada por ser uno de los focos de contagio de la COVID-19, ya tenía el nasobuco en las manos cuando vi que muchas personas corrían hacia acá, rompieron la cinta de seguridad y entraron a esta zona. Algo parecido ocurrió allá abajo en La Reforma. (…) no salí porque en medio de toda esa confusión, cuando las personas no sabían para dónde correr, escuché a las autoridades del municipio desmintiendo el hecho a través de la radio local”, comentaba.

La periodista cree que “la bola” -o más bien “la ola” del tsunami- fue obra alguien mal intencionado.

Eso sí, la gente actuó por puro instinto.

“Lo primero es el instinto de salvación: huir de donde estás, y fue eso lo que me pasó”, dijo Yolanda Lobaina.

“(…) Nos fuimos volando para una altura donde ya habría unas 300 personas: la mayoría sin tapabocas, envueltos en toallas, con ropas de dormir, en carros, sillas de ruedas, bicicletas, caballos… un verdadero caos. Parecido a las veces anteriores”, recuerda otra.

Y es que, en cualquier país del mundo, donde un grupo de gente vea a otros correr desesperados, harán lo mismo por instinto de conservación.

En esos lugares costeros, la lógica indica que exista un sistema de alarma, independientemente de la radio y la televisión, que a través de bocinas alerte a la población. En Cuba este “sistema” es sustituido por los vehículos de la policía, a través de los altoparlantes.

Tal vez, por lo obsoleto, se decidió proceder como en el resto de los lugares del planeta.

En noviembre de 2020, se montó en Baracoa un Sistema de Alerta Temprana de tsunamis. Se entregaron megáfonos y sirenas manuales y electrónicas, y aunque Carlos Cordero Rodríguez, jefe del Órgano de la Defensa Civil en territorio baracoense, informó que las sirenas de aviso temprano se instalarían, y de hecho se instalaron, en la Dirección Municipal de Salud, la unidad empresarial de base Baramar, el policlínico Fermín Valdés Domínguez y los hoteles El Castillo y Porto Santo, hoy el propio Cordero Rodríguez señala:

“Esos equipos no funcionan porque llegaron sin las baterías de recarga”.

Cuba, sin riesgo de tsunami

Ahora, y habría que ver si esta respuesta ha sido difundida entre la población, Cuba no tiene un alto peligro de tsunami.

Así lo afirma el doctor Enrique Diego Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional, quien agrega que diversas instituciones cubanas, como el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) trabajan en estudios para evaluar el peligro de tsunamis que lleguen a Cuba.

Ello no quiere decir que no ocurran, y de hecho en Baracoa, existe “como parte de ese sistema las pancartas con señales que indicaban las rutas de evacuación hacia zonas seguras”.

Lamentablemente muchas de estas señaléticas no existen, porque se las roban.

Hechas de un material plástico resistente, de cuatro a cinco milímetros de espesor que, “han ido a parar a mesas de dominó y soportes para chapas de autos, entre otros destinos.”

Roberto A.

tal vez quieras leer: Fuerte terremoto de 7.7 en el Caribe dispara alertas de tsunami



Comentarios

LO MÁS TRENDING

LO MÁS VISTO