La controversial influencer cubana Cintia Medrero García, conocida en redes sociales como La Cintumbare, ha adoptado una nueva estrategia en su intento de recaudar fondos para su defensa legal. La influencer, que ya había sido vista pidiendo dinero en un semáforo para pagar a su abogado, ahora ha optado por disfrazarse de devota de San Lázaro (Babalú Ayé), un santo muy venerado en Cuba, tiznarse el cuerpo, quedarse descalza y sentarse en el suelo, como una deshauciada.
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Recientemente, La Cintumbare fue vista sentada en el suelo, simulando ser una persona desahuciada o enferma, acompañada de una estatua de San Lázaro, imitando a los fieles que acuden al santuario de El Rincón en La Habana cada 16 y 17 de diciembre.
La internauta Mery Pena compartió un video en las redes donde se ve a la influencer pedir dinero a los transeúntes, lo que ha generado una mezcla de críticas y apoyo por parte de sus seguidores y detractores.
Ver video aquí:
Sin embargo, si se fijan bien, el video no es un video «casual». Es un video filmado convenientemente por «alguien», quizás relacionado con ella misma, en una muestra evidente de que, lejos de venerar al santo, lucra con su imagen. O al menos eso cree Mery Pena que expresó:
«Donde están los integrantes del Rincón de San Lázaro qué permitieron esta burla esto es una falta de respeto enorme la de este ser. El viejo Lázaro no cree en comedias y esta burla tanto para ella como los que la siguen se las convertirá en lágrimas.»
Esta acción se suma a la serie de «provocaciones» que La Cintumbare ha realizado desde que recibió la demanda de La Diosa y Rey El Mago. La demanda por difamación, centrada en las acusaciones de abuso sexual de Rey El Mago contra sus propios hijos, ha sido un tema constante en los videos y publicaciones de La Cintumbare, quien ha utilizado el conflicto para aumentar su visibilidad y notoriedad en redes sociales.
La situación ha escalado a tal punto que muchos consideran que La Cintumbare está trivializando un asunto muy serio. La Diosa ha reiterado que la demanda no tiene fines económicos, sino que busca proteger la integridad y bienestar de su hijo. En contraste, las acciones de La Cintumbare parecen dirigidas a mantener la controversia y el interés público en su persona.
La comunidad cubana en redes sociales sigue atenta a cada nuevo desarrollo de esta disputa, que refleja las complejidades y los desafíos de gestionar conflictos personales en la era digital.
A fuerza de ser sinceros, la inmensa mayoría de las personas la detestan, y muchos de sus seguidores solo la siguen para ofenderla. Algunos de sus seguidores, son seguidores nuevos, fieles a la diosa, que solo están ahí para, entre otras cosas, pedir que la deporten a Cuba, porque la consideran una ofensa y un despretigio al exilio cubano.
