La fiebre de los filtros hace rato que está haciendo estragos en Instagram, creando una falsa y débil brecha entre la ilusión y la realidad. Nadie más que uno mismo, es el engañado.
En la era digital actual, donde las redes sociales se han convertido en el escaparate de nuestras vidas, el uso de filtros en aplicaciones como Instagram y TikTok ha generado un debate intenso sobre la percepción de la belleza y la autenticidad. Celebridades y usuarios comunes recurren a estos filtros para mejorar su apariencia en línea, desde conseguir una piel más lozana hasta labios más carnosos y ojos resplandecientes. Sin embargo, la reciente publicación del cantante cubano Leoni Torres ha arrojado una luz humorística y sarcástica sobre esta práctica, revelando cómo incluso las pequeñas alteraciones digitales pueden crear una ilusión lejana de la realidad.
Leoni Torres, conocido por su música contagiosa y presencia carismática, compartió un video en sus cuentas de Tiktok e Instagram donde aparece con una barba inexistente, asegurando de manera sarcástica que no usa filtros.
El momento cómico del video llega cuando, al llevarse una taza de café a la boca, la tecnología de los filtros falla, desvelando la verdad detrás de su «nueva apariencia».
Este episodio recuerda a un video viral de una cubana que, mediante el uso de un filtro de labios, bromeaba sobre una supuesta cirugía cosmética mal hecha, engañando a muchos espectadores.
Más recientemente, unas fotos de la actriz cubana Sheylla Roche, fueron «criticadas», pues evidentemente fueron retocadas o con un filtro o con excesivo maquillaje. Sheylla, por suerte, en su cuenta de Instagram se muestra tal y como ella misma es.
Este fenómeno no es exclusivo de Torres ni de los cubanos. Recientemente, Kate Middleton se vio envuelta en un escándalo por el uso de Photoshop para retocar una fotografía, lo que generó críticas por parte de quienes abogan por la autenticidad y la aceptación de la propia imagen.
La controversia, que en este caso de Middleton no va sobre Instagram y sí sobre el uso desproporcionado del Photoshop, subraya la delgada línea entre el empleo moderado de estas herramientas digitales y la creación de una imagen que distorsiona la realidad y, en algunos casos, fomenta estándares de belleza inalcanzables.
Los filtros de Instagram, originalmente diseñados para añadir creatividad y diversión a las publicaciones, han evolucionado hasta convertirse en poderosas herramientas de edición que pueden cambiar drásticamente la apariencia de una persona.
Aunque su uso puede ser inofensivo y ocasionalmente divertido, como demostró Leoni Torres, la presión para adherirse a ciertos estándares de belleza puede tener efectos negativos en la autoestima y la percepción de la propia imagen.
Mientras celebridades como Leoni Torres y situaciones como la de Kate Middleton sigan generando conversación, es probable que el debate sobre el uso de filtros en las redes sociales continúe, planteando preguntas importantes sobre la belleza, la verdad y lo que valoramos como sociedad en la era digital.
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