Más de 300 “viajeros” bajo vigilancia en Ciego de Ávila

Ciego de Ávila tiene una situación compleja con el coronavirus. Miles de residentes en el territorio diariamente interaccionan con turistas extranjeros que llegan a la cayería norte de la provincia a vacacionar.

Aproximadamente 314 personas procedentes del extranjero se encuentran en vigilancia en la provincia de Ciego de Ávila tan solo en las últimas 10 jornadas, informó en las últimas horas el diario avileño Invasor.

El dato fue tomado de ayer, durante la reunión que efectuara el Consejo de Defensa Provincial, donde su presidente, Carlos Luis Garrido Pérez, dijo que la vigilancia y la detección de viajeros positivos a la enfermedad del coronavirus, “resulta la principal tarea de la etapa a la que nos enfrentamos”.

La provincia ha presentado una situación tan irregular que durante los últimos dos meses fue, junto a Sancti Spíritus y ahora Pinar del Río, el foco de la epidemia del coronavirus en Cuba; un triste galardón que “heredaron” de la capital del país: La Habana.

La apertura de los aeropuertos del país para propiciar el ingreso de divisas mediante la modalidad del turismo -y de los controles de PCR en el aeropuerto también, claro, aunque menos- puso a Ciego de Ávila más en el borde de la navaja. Es en el aeropuerto de Jardines del Rey, en la cayería norte de la provincia, donde aterrizan los aviones con miles de turistas provenientes de Canadá, Inglaterra, Alemania y ahora Rusia, fundamentalmente.

En los hoteles de la cayería norte trabajan miles de avileños, residentes en poblados como Morón y Taguasco, territorios que ya forman parte del vasto territorio que conforma la llanura avileña. El roce con el turismo extranjero, el trasiego diario, es la causa del desvelo de las autoridades.

Desde que el pasado 15 de noviembre todos los aeropuertos internacionales del país quedaran abiertos a los vuelos comerciales se dio paso al lógico incremento de los casos de coronavirus importados en el país.

En la capital provincial los consejos de zonas de defensa verifican a diario por las cuadras la incidencia de la entrada de viajeros, para darle “seguimiento epidemiológico.”

“Todo lo que hagamos será poco ante la propagación del coronavirus, por ello la necesidad del montaje de tal sistema de trabajo para que no ocurran sorpresas”, señaló Julio Gómez Casanova, presidente del Consejo de Defensa Municipal avileño.

Una parte del problema radica en la logística. En Ciego de Ávila se abrió el aeropuerto por orientación de las altas esferas del país, pero el comportamiento con las muestras procesadas en el laboratorio de biología molecular del Hospital Provincial Roberto Rodríguez de Morón deja mucho que desear. En la reunión se habló de que “ante el incremento de las operaciones aéreas en Jardines del Rey y Camagüey, no han podido dedicarse como desearan las autoridades de salud a los estudios poblacionales, desde el 13 de noviembre están pendientes a efectuarse unos 456 PCR”. Es decir: no tienen la capacidad de procesar con rapidez las muestras.

Entonces, ello añade un problema adicional. Los viajeros que ingresan al país no son informados ni siquiera en 48 horas sobre el resultado de su PCR. ¿Qué turista extranjero permanecerá encerrado dentro de una habitación de un hotel, viendo pasar las horas y los días sin recibir el “visto bueno” de que puede salir, digamos, a la piscina? ¿Qué cubano que regresa al país, luego de largos 8 meses sin ver a sus familiares más queridos permanecerá cinco días sin poder darle un abrazo a los suyos?

La peor parte la llevan estos últimos. El viajero que no cumpla las disposiciones de aislamiento social está propenso a provocar cadenas de contagio. De resultar positivo, y violar lo establecido, no solo contagiará a sus familiares, sino de seguro a los colegas de estos que comparten centros de estudio o trabajo. Si sucede, lo esperan los tribunales de la isla, que no entenderán de demoras en el procesamiento de las muestras PCR en el Hospital Provincial Roberto Rodríguez de Morón.

Roberto A.

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