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Cine y TV

Ulises Toirac arremete contra el ICRT y las “reuniones” para “regular” el HUMOR en la TV

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Que el humor siempre ha sido una daga clavada en una costilla de la sociedad es una verdad que no puede ocultarse; y en Cuba, el humor criollo y el choteo, como críticas sociales siempre ha contado con ejemplos muy dignos. ¿Cómo sino calificaríamos a nuestro “Bobo de Abela” o al “Loquito” de René de la Nuez?

No pocos “problemas” se han buscado los humoristas cubanos en su afán de verter en el papel o en las pantallas de los televisores la cotidianidad “ciudadana”. En la Cuba post 59 encontramos a un Héctor Zumbado hilarante como ninguno; sin desdeñar el papel de los humoristas más destacados del semanario Dedeté; o el Melaíto, en la ciudad de Santa Clara.

En la TV, tenemos actualmente un espacio que ocupa el primer lugar en todos los rankings de audiencia: Vivir del Cuento. Un espacio que ha sufrido no pocas censuras en sus realizaciones por culpa de los decisores del ICRT.

Hacia estos dirigió el comediante Ulises Toirac – Matute, Chivichana – un extenso texto en su perfil personal de Facebook.

¿Qué expresó Toirac?

Grosso modo dijo que no asistiría a una de esas reuniones en las que se analizaría el papel del humor en la TV Cubana. Para Toirac, como seguramente le sucede a muchos, imponerle cotas al humor es un absurdo. Y no precisamente cotas “económicas”, que ya sabemos los cubanos muy bien las limitantes que enfrentan los realizadores de audiosivuales cubanos a la hora de hacer un programa.

A Toirac le molestan – como a casi todos, que el humor cubano deba ceñirse a un corsé ideológico-político; a dictámenes que regulen qué puede decirse y cómo en la TV.

Su molestia no es personal; indudablemente es colectiva; aunque no sean todos los que se atrevan a decirlo. ¿De qué manera la subjetividad en que se analiza un espacio humorístico puede ser positiva para la renovación y el cambio social? Bien que lo explica Matute, al decir que esos programas pasan por filtros de análisis; y no siempre para bien. Pues un ojo decisor puede interpretar como “contraproducente”, y hacer segundas lecturas a un parlamento; o a todo un guión.

¿Tendrá esto que ver con el hecho de que los capítulos recién grabados de Vivir del Cuento aún no hayan visto la luz? Parece que sí.

Bajo el título de ¿HUMOR Y TELEVISIÓN… OTRA VEZ?, esta es la reflexión de Toirac sobre lo que sucede con el humor cubano en la Televisión.

Hace unos días recibí invitación de la UNEAC para una reunión que iba a tratar sobre el humor en televisión y a la que iban a asistir muy altos responsables del dilema (más que problema).

Luego de pensarlo medio minuto, decidí no ir. En mi ya larga carrera esta iba a ser la cuarta idéntica reunión (con más altos personajes en otras ocasiones) y no van a resolver nada, porque es un “problema imposible” (o sin solución).

La primera dicotomía asoma en el hecho de ser un medio Estatal. Más que Estatal, del PCC y es utilizado para emitir la posición y criterio de ambos (partido y gobierno). En el entendimiento que esto fuera correcto, ese solo hecho posiciona a la tv cubana como portavoz oficial. No tiene un cartel como el periódico “Granma”, pero lo es. Tanto hacia dentro de nuestro territorio, como hacia afuera. Y esto de plano pone serios límites al humor porque lo obliga a sostener esas bases, y cuando pueda “moverse” un poco fuera de esos límites, será siempre bajo cierta aquiescencia condescendiente vigilada de muy cerca. No tengo que decir cuan lejos está el humor de florecer a estas restricciones.

Por otro lado está la ‘seudoautodefinicion’ de televisión pública, o sea, dependiente de los peculios que el Estado pueda asignarle (aka “cero patrocinio no estatal”). Esto impone en cualquier televisora en el mundo una restricción de finanzas bien seria, por lo que es dificil que se realicen producciones costosas como series, novelas, largometrajes para tv, transmisiones deportivas, espacios noticiosos, etc. La tv cubana es pública pero los lleva a cabo porque no hacerlo implicaría una rotunda carestía de oferta audiovisual propia. Esto convierte al medio en un pesado fardo para las economías del país. Y es bien pesado. Aunque nuestras producciones no alcancen ni soñando los presupuestos de similares de otras latitudes, hablamos de millones de pesos. Y el bebé lactante que supone un gigantesco organismo de muchos años viviendo de un soporte poco eficiente económicamente y con serios lastres en sus relaciones productivas cada vez más deformadas (a tono con el resto) es demasiado fardo. Constantemente tiemblan las “asignaciones” y un año si y el que viene “Ya veremos”. Y en su interior, la imposibilidad de trazos serios de proyección, y de planificación de reformaciones, mantenimiento, contrucciones y compras. Hablo pensando en equipamiento técnico, estudios, servicios escenográficos, vestuario, maquillaje…… y un largo etc.

El tercer elemento es la subjetividad de los análisis del humor. Lo que para unos es irrespetuoso, para otros es hilarante, para terceros es racista y para algunos aburrido. Cada dirigente ve cada chiste de forma diferente. Hay que ganarse una ‘confianza’ inicial para que cada análisis no venga precedido por la suspicacia y aún así pasar un serio filtro de acuerdos para poder salir al aire. Y Dios te libre de las circunstancias. Lo que ayer era publicable hoy es sencillamente “contrarrevolucionario” por obra y gracia de la situación coyuntural que ha creado un evento cualquiera en la arena internacional o una “casualidad” dentro del pais.

Y como cuarto pero no rezagado está el poco respeto de esa maquinaria a los creadores a los cuales usa, paga magramente y luego olvida. Pero no un olvido de sentimientos, sino uno más práctico y contundente. Valga decir que durante años la tv cubana ha retransmitido cientos de programas Jura Decir La Verdad, por ejemplo, sin pagarle un solo centavo a sus autores.

¿Porqué habría yo de perder dos horas de mi vida en asistir a una reunión que no sólo sé como se va a comportar, sino lo que va a (no) resolver?

Comentarios
1 Comment

1 Comment

  1. Vicente

    June 12, 2019 at 6:07 am

    Coño, hace muchos años atrás habia un programa radial en USA que se titulaba “Cuando Cuba reía”, y es cierto…Nos hemos estado creyendo todos estos años que reíamos, cuando en realidad yo creo que lo único que haciamos eran muecas…

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