Tras presiones y quejas, Embajada de Canadá restablece servicios en La Habana

Al parecer, la presión ejercida tuvo resultados. La Embajada de Canadá en La Habana “reabrirá” varios de esos servicios quitados.

Las innumerables quejas recibidas, protestas y reclamos hechos “in situ”, “online” y telefónicamente habrían obligado al gobierno canadiense a reconsiderar la reapertura de algunos de los servicios interrumpidos en la Embajada de Canadá en la Habana tras decisión de cierre “parcial” tomada a inicios del mes de mayo.

Canadá había retirado varios de los servicios de la Embajada como consecuencia del daño sufrido por trece de sus diplomáticos a causa del arma más secreta del mundo: el arma sónica que afecta oídos y cerebros, pero que nadie sabe dónde está ni cómo funciona, pero que al parecer “ataca oídos escogidos”.

Tras su decisión, muchos ciudadanos canadienses que poseen vínculos afectivos – de pareja o familiares – y que incluso se encontraban inmersos en el proceso de regularizar la situación de estos en Canadá, o con el objetivo de traerlos a residir a Canadá, se vieron de prontos como se diría en buen cubano “colgados de la brocha”.

Tras la suspensión de los servicios de visas y la recogida de datos biométricos, a partir del 1 de agosto, los residentes cubanos podrán nuevamente obtener las huellas dactilares y las fotos necesarias para las solicitudes en la embajada, así como dejar los pasaportes y recoger las visas en el edificio.

Aunque aún la causa de los misteriosos incidentes de salud es desconocida, Ottawa se vio obligada a reconsiderar sus medidas. De hecho, “el arma sónica” ha dejado de funcionar, pues desde hace ya varios meses no se reporta ningún enfermo. ¿Habrá tenido esto que ver en la reconsideración de sus decisiones tomadas el 8 de mayo de 2019?

Lo cierto es que Canadá redujo su personal, y que cientos de cubanos vieron paralizados sus procesos de VISA para ir hacia el gigante del norte vecino de EE.UU. Canadá ofreció como alternativa que viajaran a México a buscar la VISA canadiense.

Sin embargo, con los conocidos problemas para obtener una VISA en la Embajada de México, que pasa por un engorroso proceso de obtener primero que todo una cita, y que debe hacerse online, en una isla desconectada, a Ottawa se le formó un cuello de botella al cual ellos, tan apegados a los derechos de sus ciudadanos, no estaban acostumbrados.

El ministro de Inmigración, Ahmed Hussen, aunque alegó en repetidas ocasiones que sus diplomáticos necesitaban protección y que la decisión de cerrar servicios no se tomó a la ligera, también dijo que Ottawa estaría buscando una solución.

El problema es que tal y como lo percibieron varios ciudadanos canadienses, el gobierno de su país estaba separando familias.

AP recogió el sentido de varias de estas familias.

Jacqueline Stein, una ciudadana canadiense que estaba en trámites de traer a su esposo, Fidel Alejandro Gamboa Traba, a vivir junto a ella, le dijo CBC News que el gobierno de su país “estaba separando parejas”.

Gamboa Traba dijo por su parte, que “el dolor y el sufrimiento con el que están afectando a los cubanos es ridículo”.

Por si fuera poco, en el saco cayeron varios “interesados” de empresas canadienses. Estudiantes cubanos, contratados, investigadores… Lawrence Levin, uno de esos empresarios que estaba capacitando personal cubano estuvo incluso considerando la posibilidad de tener que mover su empresa de Ontario a México.

AP señala que en junio, la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, se reunió con funcionarios cubanos y les aseguró que los asuntos de la embajada eran un tema en curso entre los países. Freeland desmintió que las medidas tomadas tuvieran carácter político.

Al parecer, la presión ejercida tuvo resultados. La Embajada de Canadá en La Habana “reabrirá” varios de esos servicios quitados.