Tiendas en MLC usan organizador electrónico para controlar colas

Las colas extensas se han vuelto una constante en los establecimientos cubanos y en dos tiendas en MLC intentan controlarlas con un “novedoso” sistema.

Las autoridades cubanas intentan controlar las colas por cualquier vía y ahora en dos tiendas en MLC pertenecientes a Caribe emplean un sistema de organización que venden como novedoso y muchos en redes han recordado que si existiera suficiente oferta en todas partes no se produciría el tumulto.

“Cadena de Tiendas CARIBE coloca dentro de sus establecimientos comerciales un sistema de organización de cola llamado Toma Turnos, con la finalidad de establecer en las filas un orden disciplinado y sin jerarquías”, informa el post de la cuenta de Facebook de esta entidad.

Según explica, se trata de un sistema mediante el cual el cliente solo debe seguir la numeración que muestra la pantalla, y estar al tanto del número de su turno correspondiente.

Este se encuentra presente, hasta el momento, en las tiendas en MLC que corresponden a los Centros Comerciales 3ra y 70 y 5ta y 42., en la provincia de La Habana.

“De lo sublime a lo ridículo. Si todas las tiendas estuvieran surtidas, y no se gastaran el dinerito en aparatos y cajas que no utilizan, sería mejor”, señaló la usuaria Yuria Lisset Fuentes.

Mediante los comentarios, otras personas afirmaron que no es nada nuevo lo que pretende hacer Tiendas Caribe en dichos lugares, pues se usa en muchas otras instalaciones ya de otros países.

“Ahora los coleros vienen y se llevan el rollo de turnos completo y revenden los turnos afuera. La idea no es mala pues existe en el mundo hace bola de años, pero quien controla el aparatico. ¡Ahh! y que no sobornen a quien controla el aparatito para que no se haga el de la vista gorda”, opinaba Toni Díaz.

El gobierno cubano defiende constantemente la existencia de las tiendas en MLC y la prensa oficialista le hace el juego, como en un trabajo reciente del diario provincial Ahora, del periodista Rodobaldo Martínez Pérez.

En este, el autor justifica estos establecimientos al decir que “el objetivo no es dolarizar la economía, como vociferan nuestros enemigos, sino buscar más justicia social y beneficiar a quienes no recibían dólares, porque para poderle garantizar al pueblo los productos hacía falta un dinero que no lo logra fácilmente el Estado”.

Omar Cortázar