El tapabocas de Twitter a los tuiteros oficialistas cubanos

En países como España, China y Ecuador, Twitter detectó cientos de cuentas falsas encaminadas a manipular la plataforma para la distribución de mensajes tipo “spam político”. ¿Acaso eso fue lo que sucedió con cientos de cuentas en Cuba los pasados 11 y 12 de septiembre? La compañía no lo dice, pero hay muchas similitudes en el “modus operandi”.

La decisión de Twitter de cancelar y restringir – temporalmente o no – cientos de cuentas cubanas el pasado el pasado 11 de septiembre, justo en los momentos en que el gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez comparecía en la televisión nacional para dar a conocer al pueblo, al menos, parte de “lo que se avecina”, generó un malestar inmenso entre la comunidad tuitera oficialista de la isla.

No pocos “dizque entendidos” en la materia, acusaron al gigante de las redes sociales de aplicar un sesgo político al cierre de las cuentas. Otros, también “lumbreras tuiteras” dijeron que eso era censura. Algunos acusaron a Twitter de querer “opacar la obra de la Revolución”, y así – todos – salieron por medios digitales a decirlo. Y a intentar explicarlo.

Como es lógico, nada dijeron de la explicación que vía correo electrónico diera horas después al medio Oncuba, Ian Plunkett, uno de los C.E.O. de Twitter. Tampoco dijeron nada de lo que hace apenas cuatro días publicó Twitter.

El pasado 20 de septiembre, la compañía publicó en su blog oficial, una noticia que sin dudas arroja mucha luz sobre lo acontecido con los tuiteros oficiales cubanos.

En ella, Twitter, explicó como han estado cerrando cuentas en países por estar vinculadas, más que nada a una agenda de tipo político.

Así, reveló que en China, por ejemplo, “tumbaron” más de 200.000 cuentas falsas pertenecientes a una red cuyo objetivo era “sembrar la discordia sobre el movimiento de protesta en Hong Kong.” Los datos relativos a 4.301 de estas cuentas “que participaron activamente en esta operación de información para amplificar la opinión pública sobre estos temas,” fueron expuestos a la luz pública por Twitter.

Igualmente sucedió con una red de 1.019 cuentas en Ecuador vinculadas al partido político Alianza PAIS, que fue eliminada.

“La red, compuesta en gran parte por cuentas falsas, se dedicaba principalmente a difundir contenido sobre la administración del presidente Moreno, centrándose en temas relacionados con las leyes ecuatorianas sobre la libertad de expresión, censura gubernamental y tecnología. Las tácticas más utilizadas fueron la manipulación de hashtags y el reenvío de spam,” explica Twitter, y sin dudas la similitud con el caso cubano es más que evidente.

En España, Twitter canceló definitivamente 259 cuentas “operadas por el Partido Popular”.

“Estas cuentas estuvieron activas durante un período relativamente corto, y consistían principalmente en cuentas falsas con un comportamiento de spam o que hacían Retweet para aumentar la interacción,” expresa en su blog la compañía.

En Emiratos Árabes Unidos y Egipto eliminaron una red de 271 cuentas, además de “un grupo de 4.248 cuentas que operaban exclusivamente desde los Emiratos Árabes, principalmente dirigidas a Qatar y Yemen“.

“Estas cuentas suplantaban identidades con frecuencia y tuiteaban sobre temas de alta tensión, como la Guerra Civil yemení y el Movimiento Houthi.”

Violaciones de spam político

La compañía dijo que “la transparencia y la apertura son valores profundamente arraigados en el corazón de Twitter“, y que “de acuerdo con nuestras políticas sobre la manipulación en la plataforma”, decidieron proceder a suspender permanentemente del servicio todas esas cuentas.

Más o menos similar fue lo que sucedió en Cuba, y nosotros lo explicamos en nuestro blog en dos artículos: uno, apenas sucedido el hecho; el otro, relativo a la queja del diario Granma por haber perdido miles de seguidores.

Raúl Castro sigue sin Twitter

Twitter debe haber “averiguado” o “sospechado” que el ex gobernante cubano Raúl Castro no era quien estaba detrás de su cuenta en la red del pajarito azul. Desde el pasado 12 de septiembre la cuenta del hombre que heredó el mandato en la isla de manos de su hermano Fidel Castro, está bloqueada.

En un artículo publicado hoy en Slate, titulado ¿Por qué Twitter censura a Raúl Castro?, se intenta explicar un poco el asunto desde varias aristas, aunque se asume que “la cruzada de Twitter contra el comportamiento coordinado es complicada, especialmente en lugares como Cuba”.

Lo cierto es que si Raúl Castro está siendo censurado por Twitter, algún motivo tiene la compañía para creer que esa cuenta está manipulada.

“Es cierto, dice la articulista Ellery Biddle, estas cuentas se repiten y redistribuyen regularmente los mensajes de los demás.”

Aunque la autora reconoce que “esto puede parecer artificial o manipulador desde el punto de vista de Twitter”, da un espaldarazo al oficialismo cubano al decir que “las suspensiones sirvieron principalmente para reducir el acceso a la información en Cuba, un país donde esto ya es un problema generalizado,” y asegura que “para los cubanos, las cuentas de los medios estatales y las de líderes como Castro brindan una idea de lo que los líderes gubernamentales piensan y se preocupan más en un momento dado.”

“En un país donde los medios independientes y extranjeros están muy restringidos, fuentes como estas, incluso con sus prejuicios, son una vía crítica para la información pública,” expresa la periodista, quien expresa además que Twitter “no ha brindado mucha información sobre cómo el pequeño hermano de Fidel fue expulsado de la plataforma.”

“Ni siquiera podemos mirar sus tweets recientes para obtener una pista. Con la cuenta suspendida, el completo registro público de Twitter de los tweets de Castro ha desaparecido. Cuando hace clic en https://twitter.com/RaulCastroR, obtiene la página genérica ‘Cuenta suspendida’ de Twitter,“. dice.

“Es concebible que Castro violara las reglas de Twitter. Desde 2016, la compañía ha aumentado su monitoreo y el cierre de cuentas que participan en actividades coordinadas y patrocinadas por el estado. Esto se deriva de preocupaciones legítimas sobre los daños, incluida la desinformación en las elecciones democráticas y la violencia total de la mafia, de campañas coordinadas en línea, especialmente cuando están respaldadas por poderosas entidades gubernamentales. Pero muchos jefes de estado, pasados ​​y presentes, amplifican artificialmente sus propios mensajes en Twitter y en otros lugares.”

por Roberto A.