Silverio Portal ya está libre y no lo callarán

Silverio Portal -ya en libertad tras dos años encarcelado- promete contar todo lo que ha vivido

Solo han podido hablar por teléfono, pero en una directa de Facebook su esposa Lucinda González Gómez ha confirmado la liberación del opositor cubano Silverio Portal.

González Gómez adelantó que mañana Silverio comenzaría a contar todo lo que ha pasado desde que fue apresado en 2018 y posteriormente trasladado a la prisión 1580, de San Miguel del Padrón. La esposa también agradeció a todos los que han contribuido a la liberación, para luego precisar que Silverio Portal no dejará nunca de ser un opositor.

Como bien señalaba una declaración humanitaria pidiendo su libertad a través de la plataforma Change, Silverio Portal Contreras lideraba el proyecto “No más muertes en Cuba por derrumbes”, cuyo objetivo era protestar ante las instituciones del Estado cubano para exigir la protección de las personas que viven en inmuebles en mal estado en sus comunidades.

En marzo del 2018 fue detenido en el Parque Central de La Habana por llevar un cartel que decía “No más muertos por derrumbes”. Esta fue la excusa para montarle una causa por los presuntos delitos de desorden público y desacato. Su historia es otro capítulo de cómo quienes gobiernan la isla se sacan del medio a los opositores.

Cuando entró a la cárcel Silverio Portal ya estaba diagnosticado con epilepsia e hipertensión. Su esposa Lucinda González Gómez ha explicado que “ya dentro ha sufrido un infarto cerebrovascular, dos isquemias transitorias, la pérdida de la visión de un ojo tras una golpiza y la pérdida progresiva de la visión del otro tras diagnosticársele una diabetes”.

En julio pasado, Lucinda hablaba con el colega Mario Luis Reyes, de la revista independiente El Estornudo: “Pero el negro salió adelante. Él lucha. A veces me dice que se está babeando y yo le digo que no, porque me duele verlo así. Muchas veces no sé cómo tratarlo, ni qué decirle, ni cómo apoyarlo, porque no quiero que se sienta acomplejado. No sé si puedas entenderme, porque está curvadito. Me lo van a devolver hecho un guiñapo. No tiene atención médica. Es duro”.

Neus Francino