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Lugares de Cuba

Destrozan el Elegguá Gigante del Mercado de Cuatro Caminos

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Era el Elegguá poderoso. Ahora, moviéndolo de donde se encontraba, lo destrozaron.

Las cosas en el Mercado de Cuatro Caminos no parecen haber comenzado del todo bien. A las imágenes que desde hace unas horas circulan por la red social de Internet, y que muestran como parte de la cubierta del techo del mercado se ha desprendido, llega una noticia peor: el famoso Elegguá Gigante que fue encontrado hace unos años en el lugar mientras se acometían obras de restauración, se rompió, ahora, mientras lo movían desde el sótano.

Las imágenes – video – compartidas en Facebook por un usuario nombrado Yojaddys Martínez muestran el momento en el que el venerado objeto era movido con la ayuda de un montacargas. Una de las correas que lo sostenía se rompe y el pesado objeto cae al suelo; su cabeza se desprende, y termina haciéndose añicos en el suelo.

 

El Elegguá gigante del Mercado de Cuatro Caminos.

Se dice que el Elegguá gigante de Cuatro Caminos marcaba la posición del enterramiento de una roca de adoración de los santeros de La Habana.

Esta estatua se encontró en el año 1994, durante una de las reparaciones del Mercado.

“La leyenda” asegura que este pertenecía a los esclavos africanos que trabajan en esa zona.


Estaba enterrado junto a una columna, ubicada en la zona  por donde se descargaba la mercancía.

Años después fue movido del lugar original. Se ubicó en el sotano, donde muchos le rendían culto.

Era el Elegguá poderoso. El Elegguá Gigante de Cuatro Caminos. Ahora, moviéndolo de donde se encontraba, sabe Dios por orden de quién, lo dejaron sin cabeza.

De hecho esta era una de las grandes preocupaciones de los pobladores que conocían de su ubicación. Se especulaba con que sería movido de lugar, una vez que comenzaran o fueran terminando las obras del Mercado de Cuatro Caminos en saludo al 500 Aniversario de La Habana. Muchos devotos aseguraban que sería dejado – por respeto – donde estaba. Algunos querían que fuese llevado a un lugar de acceso público, para ser venerado; y que todo el que le pidiese que le abriera los caminos, encontrara en el niño su bendición.

pd: Aunque el Elegguá se representa siempre como un niño, en realidad es un Orisha mayor. Es el dueño de los caminos. La deidad que los abre y los cierra. Tiene, dicen, la llave del destino.


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