Revelan imágenes de tienda en Cienfuegos y las moscas están por doquier

Las imágenes del interior de una tienda en la ciudad de Cienfuegos han sido divulgadas a través de Facebook y muestran el lado menos higiénico posible: las moscas invaden el lugar que, se encontraba en ese momento sin aire acondicionado pues la corriente fue quitada como medida de ahorro energético.

“Hace unos días fui a Zona + aquí en la Ciudad de Cienfuegos alrededor de las 10.00am,” comienza diciendo un usuario identificado como Darian Rodríguez.

“En cuanto entré un olor desagradable tenía tomado el lugar. Para mí sorpresa no había aire acondicionado en un lugar donde es vital puesto que se venden productos cárnicos. Según explicaban los que estaban allí es una medida para ahorrar corriente,” expresa en el segundo párrafo de su reflexión el joven cubano.

“Yo comprendo que se tomen medidas pero en un lugar como ese es vital que el aire acondicionado este en funcionamiento porque sino se rompe la cadena de frío de los alimentos. Pienso que el CPHE no debería permitir que se apagaran los aires de los lugares que venden alimentos congelados a la población. Aquel olor a comida descompuesta invadía el lugar. Creo que como mismo se deben tomar medidas para ahorrar corriente se debe proteger a la población de no adquirir ninguna Enfermedad de Transmisión de los Alimentos. Las imágenes hablan por sí solas de la falta de higiene del lugar,” terminó diciendo.

En la imagen superior pueden contabilizarse alrededor de unas cincuenta moscas; una cifra más que suficiente para meritar una visita de Higiene y Epidemiología.

No es la primera vez que imágenes similares son expuestas a la luz pública. De hecho, llama la atención el hecho reiterativo, y como las administraciones de estas tiendas en aras de cumplir un plan energético, ponen en peligro el buen estado de los alimentos.

Si bien en las imágenes hay productos que no necesitan congelación, hay otros que sí; y sobre ellos es que lanza la alerta Darian.

La Protección al Consumidor debe ser primordial en un caso como este. El ahorro energético no puede concluir en el deterioro de cientos de bolsas de yogourt – por mencionar el producto de más fácil descomposición, junto al pollo -, porque entonces como bien reza el refrán, “sería peor el remedio que la enfermedad”.

Más que nada porque el país en estos momentos enfrenta una crisis de alimentos, y la pérdida de un solo saco de muslos de pollo, resultaría dolorosa.