Randy Alonso y “la parte facial de la cara”

Randy Alonso: “la parte facial de la cara” puede ser parte de “lo que se avecina”, si sigue el proceso de poca rigurosidad y hasta la ausencia de pruebas de ingreso, para quienes opten por la carrera de Periodismo en Cuba.

El colega Randy Alonso, sin dudas, se abochornará y esconderá su cara entre sus manos al leer esto.

No es culpa nuestra; ha sido él quien ha bajado la guardia en el proceso selectivo de los periodistas que le caen en Cubadebate. Se nota, tras leer a Lisandra Fariñas Acosta, periodista de Cubadebate y graduada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en el año 2011, trabajadora además del periódico Granma entre el 2011 y el 2019, que estos no son los tiempos de los exquisitos Michel Contreras y Aynel Martínez Hernández; ni del riguroso y “el mejor” de todos, Rafael Arzuaga Junco.

Una pifia garrafal, “la parte facial de la cara”, ha aparecido en un texto del medio digital, uno de los que más alcance digital posee en la isla, y el grito se escapa de la boca y llega al cielo.

¿Qué parte, Lisandra, es esa? ¿Será acaso esa parte que José Luis Cortés, “El Tosco”, llamaba “de la parte de afuera del bate que te dieron get out?”

No lo sabemos, pero tal vez un especialista en Anatomía pudiera desmentirnos a nosotros, lingüistas, sobre este error, y darle la razón a Randy; aunque este, últimamente anda un poco con la cara oculta, como la Luna, luego de que pifiara contra los animalistas cubanos y los metiera en un saco al que ellos no pertenecen.

Sí, porque Randy a cada rato pifia también, humano al fin, a veces; caradura, también. Lo de que Cubadebate pifie es casi una costumbre.

Porque, recientemente Randy Alonso no tuvo cara para hablar de “gente pagada” al servicio de “un gobierno”, cuando malanga sabe y conoce que a él, Fidel Castro, le dio una casa en Infanta con todos los electrodomésticos habidos y por haber dentro, en el edificio conocido como La Fama, en Infanta y Manglar; y que luego, cuando se divorció y debió dejarle el apartamento a su ex exposa, le dieron otro en el Vedado, en 23 y E -aunque sin electrodomésticos esta vez . Las dos veces, con la cara muy fresca, Randy Alonso agarró ambos inmuebles.

Ahora, probablemente, con la cara por el piso, Randy Alonso llamará a Lisandra y le echará un regaño; pero, ya la suerte está echada. La vergüenza que Randy Alonso siente cada vez que alguno de sus muchachitos recién graduados se equivoca, siempre se le sube a la cara. Se transforma, dicen, se abochorna y luego se resigna.

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En parte, porque sabe bien él que el rigor que conoció en la FCOM a finales de los años 80´ ya es demodé; y que, lo mejorcito que sale de esas aulas apenas duran en los diarios oficialistas cubanos un par de años.

El destino final de los mejores periodistas cubanos del momento parecen ser los medios independientes y el extranjero, así que Randy Alonso deberá soportar estoicamente, cual guantazo en pleno rostro, esta “parte facial de la cara” y alguna otra saeta venenosa que el destino le tiene preparado hasta que le llegue el día de la jubilación.

Ariel P.

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