Manual para arreglar una Nevera Súper Rota

¿Qué tienen en común una Nevera Rota y una Nevera Súper Rota? El maltrato al pueblo. Al que está “del otro lado”, sediento, deseoso de tomarse un refresco bien frío.

Nevera Súper Rota. Así está escrito en el cartel puesto sobre el cristal. A su lado, una nevera tiene un cartel similar: Nevera Rota.

¿Qué diferencia existe entre una “Nevera Súper Rota” y  una “Nevera Rota”? Alparecer el tiempo. La Nevera Súper Rota debe ser uno de esos “activos en el inventario” que está ahí a pesar de que no hay Dios que la haga funcionar de nuevo, pero que darle de baja en el inventario es tan engorroso y requiere de tantas firmas y papeleo que es mejor dejarlo donde está. Hasta que explote, o pase un huracán que lo justifique todo. Trabajé durante dos años en un almacén. Sé de lo que les hablo.

La Nevera Rota es su hermana menor. Una nevera que se rompió pero su arreglo es sencillo. Puede que sea una pieza que en la calle cueste unos ¿10 CUC?, pero así y todo puede que lleve dos o tres meses rotas esperando porque el jefe del jefe del establecimiento autorice su compra. Puede que ya esté autorizada la compra, pero la pieza en sí no acaba de llegar.

¿Qué tienen en común una Nevera Rota y una Nevera Súper Rota? El maltrato al pueblo. Al que está “del otro lado”, sediento, deseoso de tomarse un refresco bien frío.

Así, más o menos ha querido explicarlo el periodista cubano Lázaro Manuel Alonso al encontrarse con dos neveras rotas en un establecimiento de Gastronomía Popular.

“En el complejo 100B en el pequeño punto de venta confituras ubicado en calle 100, muy cerca de los elevados de Boyeros, se le falta el respeto a los clientes de la maneras más risible. Tienen productos pero miren cómo están las neveras. Esta es la cara de la protección al consumidor que no puede permitirse. Dice la noble dependiente que sus jefes no le prestan atención a ese tema.”

La idea, tras la denuncia en las redes sociales, es que los implicados en el asunto tomen nota de que hay cosas que deben resolverse sin tantas órdenes de arriba.

La reciente aprobación de medidas que permitan a los directores de algunos establecimientos gastronómicos para que “autogestionen” la compra de determinados alimentos y servicios pudiera ser la solución; pero para una economía tan regulada y con intenciones de regularlo todo, parece todavía muy complejo poner el ingenio a funcionar.

Tomemos el siguiente ejemplo: Supongamos que la pieza que necesita la nevera cuesta $10 CUC, y que cada refresco cuesta $0.50 CUC. Seguramente 9 de cada 10 personas que se acercan a tomarse un refresco no lo hacen porque está caliente (la nevera está rota), pero hay uno que sí. Con veinte de esos kamikazees que se atreven a tomarse los refrescos calientes, Ud., administrador o Gerente, puede reunir los $10 CUC de la pieza. Arreglar la nevera. Lograr que 10 de cada 10 personas que vengan a comprar un refresco se lo tomen “sudadito”, que “se parta”.

¿Le parece difícil? ¿Imposible? Yo creo que no.

Roberto A.