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El galeno cubano Pedro Javier Machural de la Torre, uno de los miembros de la brigada de médicos cubanos que se encuentran en Kenya, dijo que la captura de Assel Herrera y Landy Rodríguez  “los hace sentir afligidos y preocupados por ellos y sus seres queridos“.

Maruchal de la Torre, un médico espirituano que trabaja en la ciudad keniana de Migori, dijo que para él “fue algo sorprendente, porque a lo largo de la historia de las misiones médicas, en los más de 100 países donde se ha trabajado, nunca había ocurrido un hecho tan insólito y abrumador como el de ser secuestrados por grupos terroristas”.

Landy Rodríguez y Assel Herrera fueron secuestrados en Kenia por presuntos militantes de Al Shabaab, mientras se dirigían hacia su centro de trabajo en la localidad de Madera.

Gracias a los llamados “ancianos” – adultos hombres de la tercera edad, que en esas comunidades africanas ejercen puestos de influencia y respeto entre los habitantes – se supo que los doctores cubanos están bien; sanos y salvos, y que se encontrarían trabajando junto a los secuestradores curando a sus guerrilleros enfermos.

Sin embargo, también se supo que los militantes del grupo terrorista, conocedores de la importancia de ambos estarían exigiendo a cambio por la liberación de los galenos una cifra millonaria. Al menos 1.5 millones de dólares (150 millones de chelines) exigen los terroristas por los dos profesionales; y a pesar del esfuerzo de las autoridades cubanas y de Kenya, se supo en las últimas horas y de la voz de una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país africano, que su gobierno  no pagará rescate alguno por la liberación de los médicos cubanos secuestrados, tal y como es costumbre internacional: no negociar con secuestradores.

Es realmente difícil de entender cómo personas que están en un país, con las necesidades de salud y ayuda que este país tiene, brindando lo más preciado de un ser humano que es el deseo de hacer el bien y que estén logrando que el enfermo elimine su problema de salud sean diana de un secuestro de terroristas, que sea cual sea el interés de ellos y, aunque estemos esperanzados y con mucha fe de que regresarán a sus trabajos y a sus hogares con sus familias y amigos, la incertidumbre nos hace sentir afligidos y preocupados por ellos y sus seres queridos”, sostuvo De la Torre.

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