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Cuba

La Habana llega a sus 500 años con basura por todas partes

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Texto y fotos: Vladia Rosa García

Algunas de las obras acometidas para celebrar los 500 años de La Habana deslucen por la basura acumulada en muchas esquinas

La Habana está por llegar a su 500 aniversario. Cientos de inversiones se han realizado para esperar el 16 de noviembre con una capital bella, merecedora del título que se le otorgara en 2016 de ciudad maravilla por su “atractivo mítico, lo cálido y acogedor de su ambiente”.

Bien se sabe que las obras constructivas no han cesado, ni siquiera cuando el reloj de la avenida 23 marca apenas 10 días restantes para la festividad. Sin embargo, los alrededores  no muestran su mejor cara de celebración. “Se están enfocando en las cosas grandes y olvidan que a veces los detalles marcan la diferencia. De qué vale una acera pintada o el montaje de una parada nueva si la basura está por doquier”, comenta Alicia, estudiante universitaria.

Desde el mes de septiembre La Habana comenzó a regirse por un renovado sistema de planificación que aseguraba una Empresa de Comunales por cada municipio. Según informó el diario Granma esto se debía a la difícil situación “afrontada en buena parte de la urbe con la higienización”. La medida incluía carros de mayor capacidad para la colecta diaria de los desechos.

“No entiendo el porqué de tanta suciedad. Los vertederos son un hecho, basta con pasar por una esquina para darse cuenta. Alguna solución hay que buscar, poner más tanques o retirar los escombros con mayor frecuencia”, declara Ana María, recepcionista en una oficina comercial.

La Revista Cubana de Salud Pública, en un artículo titulado “Los servicios comunales y la higiene ambiental en La Habana” también se refirió al tema. El texto muestra que muchos de los daños a la salud están precedidos de la suciedad del entorno. ¿Acaso el interés solo aparece cuando se mencionan términos como dengue, epidemia o mosquito? Esperemos que no.

Los trabajadores encargados de la limpieza se centran en chapear pero aseguran que dentro de sus funciones no se incluyen la recogida de desperdicios. “Pertenecemos a la misma entidad pero para esa labor están las personas que barren las calles”, aclara Sergio, contratado hace 5 años en la unidad del municipio Plaza.

Algunas zonas como parques o estaciones de guaguas se mantienen llenos de basura. “A nadie le gusta estar sentado en un lugar con su pareja y sentir el mal olor o que las picaduras de los mosquitos no te dejen vivir. Ese tipo de cosas se pueden evitar”, expresa Sandra, alumna de Gastronomía.

“A veces salgo a la calle y parece que estuviera rodeada de un basurero enorme”. Esa es la impresión de Amanda, activista de la lucha por el clima. Ella nos explica que con situaciones de esta índole además de provocarse contagios para los humanos, la naturaleza igualmente termina afectada.

“Entre las actividades realizadas por los grupos simpatizantes con la causa climática está el saneamiento en grandes áreas forestales como el Parque Almendares, sitio de importancia para los ciudadanos y al cual recurren gran cantidad de personas como medio de esparcimiento. Ningún individuo tiene necesidad de rodearse de insalubridad cuando salió de casa con el objetivo de respirar aire puro y disfrutar de un ambiente sano”, añade la ambientalista.

La capital espera un aniversario por todo lo alto. Hasta lo más pequeño debe tenerse en cuenta.

 


 

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