La Habana abrirá cuando Raúl Castro quiera

Mantener a La Habana cerrada hasta el próximo 15 de noviembre fue una “sugerencia” de Raúl Castro Ruz. Él decidirá también si se abre el aeropuerto “José Martí” o no; y cuándo.

Una fuente desde “Palacio”, en La Habana, indicó a una fuente de este redactor, bajo anonimato, que la decisión de mantener a La Habana cerrada hasta el próximo 15 de noviembre fue una “sugerencia” de Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, durante una reunión del Buró Político.

La fuente no puede admitirlo porque no tiene toda la información que se necesitaría en un caso así, pero “tiene toda lógica” que el mismo Raúl Castro sea quien, también, “para evitar riesgos innecesarios” esté operando hilos para mantener el aeropuerto Internacional José Martí cerrado. Al menos hasta que La Habana esté más segura y ajena a la pandemia.

En medio del interés “partidista” porque el menor número de cubanos se contagie, el Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, ha anunciado la pronta apertura de la importantísima entrada al país.

Si “la lógica” se aplicara siguiendo los mismos hilos de la historia, este interés en abrir los aeropuertos ante la premura de darle un respiro a la maltrecha economía, es un riesgo que se ha tomado porque el país cuenta con una vacuna “Soberana” en fase II, una “Soberanao2” ya inscrita en el registro mundial de vacunas candidatas contra el coronavirus, y porque antes de diciembre se tendrían dos candidatos más, uno de ellos no inyectable. Todos disponibles. Disponibles ellos a orientarle una vacunación masiva al pueblo y el pueblo cumplir con las orientaciones del Partido y Gobierno.

No. No sería descabellado pensar que si el coronavirus aprieta en modo alarmante, el Ministerio de Salud Pública “ordene” la vacunación masiva. Al menos en los grupos de alto riesgo.

Sucedió ya, por si los cubanos lo han olvidado, con la vacuna contra la meningo. Si aplicamos “otra lógica vacunal” pensemos: ¿quién ahora dio “la orden” de darle el PrevengHO Vir a todos los ancianos cubanos? ¿Qué anciano cubano “se resistió” a las gotitas?

Estas gotas sublinguales, cuya eficacia contra la pandemia al menos no tuvo consecuencias visibles y nefastas contra los “sujetos” que la tomaron, pudieran haber sido parte o confirmación de un experimento. En Cuba, siempre que sucede algo grave y emiten una orden de arriba, todo el mundo baja por la canalita y pasa por el aro.

En todo caso, el riesgo era más que necesario. Hasta ahora la Soberana tampoco ha tenido consecuencias fatales en quienes se han inyectado. Si los rusos, con recursos económicos pero menos dictadura, ya han vacunado hasta a Masantín el Torero con la Sputnik V, ¿qué les impediría a sus alumnos caribeños vacunar con la Soberana -o incluso con la misma Sputnik V- a cubanos infectados y al que se muestre reacio a vacunarse?

De igual modo podemos admitir que basta otro chasquillo de dedos de Raúl Castro, amanecer con el moño virado, o verse otro pelo en la cabeza para, otra vez, sugerirle al Buró Político del Partido Comunista de Cuba, el cual él preside, volver a cerrar la isla o en todo caso La Habana, y dejar abiertos aunque cerrados al tránsito nacional, solo los polos turísticos de Varadero, Cayo Coco, Cayo Santamaría, Cayo Guillermo e incluso Guardalavaca.

Todas las órdenes pasan por el PCC y Marrero Cruz puede haber hablado de un aeropuerto abierto, pero el que manda, ordena y dispone parece ser el hermano heredero.

Ariel P.

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