“Especialistas” concluyen que en Cuba no saben colar café

El café normado de la bodega Hola no es malo, aunque tiene chícharos. Es la gente que no sabe colarlo, dicen especialistas desde Cuba. ¡Increíble!

El “problema del café en Cuba” pasa a ser no problemas de “faltante”, sino de modos para colarlo. Una lectura rápida a un texto aparecido hoy en Cubadebate “concluye” con un juicio a todas luces irreverente y si se quiere, anticultural y sin respeto por la historia y las tradiciones: los cubanos no saben colar café.

Con perdón de Mama Inés, especialistas entrevistados por el medio digital enumeran “fallas” a la hora de la colada de “eso” que están dando por la bodega. Los cubanos, en masa, se quejan que el café está malo. Los especialistas aseguran que hay un proceso riguroso, en el cual participan catadores y otros expertos para que el producto salga a la venta “con la calidad requerida”. La misma de siempre. Mitad café mitad chícharo.

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Desmienten, además, todo lo demás. Si el café sabe malo, no cuela bien, o explota incluso la cafetera, eso se debe a fallas humanas tales como: echarle demasiado agua al café, o compactarlo en la cafetera.

La lógica del texto indicaría más que nada, por ejemplo, explicar por qué hay tantas tierras ociosas en Cuba donde se pudiera sembrar café y el estado las tiene inutilizables. Hoy, un medio oficialista expresaba que en Cuba, las tierras cultivables, con riego, apenas alcanzan el 7%. Tal vez esto no tenga nada que ver con el café, pero…

Dice Cubadebate, de la mano de Yosdany Morejón Ortega, que luego de publicarse en octubre pasado una entrevista con Antonio Alemán Blanco, director general de la Empresa Cuba-Café, llovieron los comentarios y críticas al trabajo. La mayoría se resumían en la mala calidad del café Hola, ese que ahora viene en un paquete sin rótulo y que se compone de “50% café de las variedades Arábigo o Robusta y 50% chícharo”. Ya lo había dicho, esto del chícharo.

Increíblemente, la “materia prima que se emplea “en ese 50%” a veces es importada de países como Brasil o México”. Solo en ocasiones, reconoce Cubadebate, “se usan algunas cantidades provenientes de la producción nacional, sobre todo de Guantánamo, Santiago de Cuba, y Cienfuegos”. Tal vez es por ello que la prensa oficialista cubana a cada rato habla de “producción de café” y en la calle, ¡ni este paquete!

Confirman los entrevistados que antes de distribuir el paquetico de Hola entre la población, “se evalúa cada lote de producto terminado (…) y finalmente se certifica por el personal calificado.”

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Un especialista afirma que “la gente no lo cree o se ríe de la ciencia, pero una de las causas del mal colado en los hogares es que no se tiene en cuenta la proporción de agua en correspondencia con las onzas o gramos del grano que empleamos”. Por ejemplo: la cafetera estándar de 6 tazas (diseñada para colar 30 gramos cada vez), necesita 300 mililitros de agua, si te pasas atentas contra la calidad y el sabor final.

“Yo les recomiendo a las personas que cuando añadan el agua nunca sobrepasen la válvula. Para que entiendan; el agua debe quedar 1 centímetro por debajo de la válvula de escape de aire (reitero, es la medida para la cafetera estándar de 6 tazas). Sino tienen formas de pesar el café, no se preocupen, el consejo de oro es que no hagan el llamado “colmo” o “lomita” en el colector, “gorrito” o portafiltro. Para ¡Hola! debemos añadir el café casi raso”, explica una técnica de calidad.

La misma gurú cafetera nos dice que “un grave error que se comete es presionar el café hacia abajo (compactarlo), con una cuchara, cuando ya lo tenemos en el portafiltro. Dicha acción atenta no solo contra la calidad de la bebida, sino que puede provocar el estallido de la cafetera”.

La mejor afirmación por parte de Cubadebate y los expertos se sucede en el párrafo posterior cuando explican que estas instrucciones dichas párrafos encima, solo aplican al café Hola, “porque el resto de las marcas que comercializa la Empresa Cuba-Café, entiéndase Turquino, Serrano, El Arriero y Regil, siguen otras normas”.

“La diferencia está en el chícharo,” agrega la experta, de nombre Suleika.

Ariel P

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