EEUU
EEUU: Forzados y amenazados para firmar su propia deportación
Según el diario The Guardian, se trata de nativos de Camerún, quienes fueron forzados a firmar documentos mediante los cual renunciaban a sus derechos de comparecer ante un juez de Inmigración, lo que a la larga era decretar su propia expulsión del país.
En un extenso trabajo publicado en el diario británico The Guardian por su corresponsal en Washington, Julian Borger, se destaca esta mañana que oficiales de Inmigración de EE. UU. “utilizaron la tortura para hacer que emigrantes africanos firmasen sus propias órdenes de deportación”.
Según The Guardian, se trata de nativos de Camerún, quienes alegan que los agentes los estrangularon, golpearon y amenazaron hasta con matarlos.
Se encontraban todos en un centro correccional del condado de Adams en Mississippi, y dicen que ellos se negaron a firmar por temor a la muerte a manos de las fuerzas gubernamentales camerunesas responsables de la matanza generalizada de civiles y porque tenían pendientes audiencias de asilo.
De acuerdo con múltiples versiones hasta fueron rociados con gas pimienta y amenazados con más violencia para hacerles firmar. Varios de ellos fueron esposados por funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y les tomaron las huellas dactilares por la fuerza, ya que se negaron a firmar su deportación.
Uno de los involucrados, identificado por las iniciales BJ, explicó que el 27 de septiembre oficiales de ICE “me rociaron con gas pimienta en los ojos y [un oficial] me estranguló casi hasta el punto de la muerte. No dejaba de decirle: ‘No puedo respirar‘. Casi me muero”. Este testimonio figura en una denuncia presentada por FFI y el Southern Poverty Law Center (SPLC), que cita ocho casos de firmas forzadas o huellas dactilares en órdenes de remoción.
“Como resultado de la violencia física, pudieron obtener a la fuerza mi huella digital en el documento”, dijo BJ.
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Se trata en realidad de documentos llamados órdenes de expulsión estipuladas, y es en realidad un documento mediante el cual los solicitantes de asilo renuncian a sus derechos a nuevas audiencias de inmigración y aceptan la deportación.
“El abuso que estamos presenciando, especialmente en este momento contra los inmigrantes negros, no es nuevo, pero se está intensificando”, expresa Christina Fialho, directora ejecutiva de un grupo de defensa, Libertad para inmigrantes (FFI). “A finales de septiembre, principios de octubre de este año, comenzamos a recibir llamadas en nuestra línea directa de inmigrantes cameruneses y congoleños detenidos en las cárceles de ICE en todo el país. Y estaban siendo objeto de amenazas de deportación, a menudo acompañadas de abuso físico”.
“La realidad es que ICE opera en las sombras. Prosperan en secreto”, agregó Fialho. “Sabemos que el gobierno de Estados Unidos está deportando a testigos claves en un esfuerzo por silenciar a los sobrevivientes y absolver a ICE de responsabilidad legal”.
Los abogados y activistas aseguran que se trata de una “lucha brutal” para sacar a los inmigrantes africanos del país en el período previo a las elecciones, pues existe el rumor de que con el cambio de gobierno el ICE pronto quedará bajo una nueva administración y buscan así sacarse este peso de encima.
A los cameruneses se les niega habitualmente el asilo o la libertad condicional en el sistema de tribunales de inmigración de Estados Unidos, que está a cargo del departamento de justicia, expresa The Guardian en la nota, que recoge además un caso de expulsión ilegal del país.
Este tuvo lugar el pasado 13 de octubre. Un avión que transportaba a 60 solicitantes de asilo cameruneses y 28 congoleños salió silenciosamente del aeropuerto de Fort Worth Alliance en Texas para llevarlos a sus países de origen y muestra de la poca claridad de sus intenciones es el hecho de que el avión chárter no publicó un plan de vuelo. Sin embargo, fue rastreado por el grupo de derechos de inmigración Witness at the Border, que dijo que se detuvo en Senegal, Camerún, la República Democrática del Congo y luego en Kenia antes de volar de regreso a Texas.
La mayoría de los deportados en el vuelo habían testificado que habían sido detenidos sin cargos y torturados a manos del ejército camerunés, y tenían familiares que habían sido asesinados. Los deportados cameruneses pertenecían a la minoría de habla inglesa del país, que ha sido blanco de abusos generalizados, incluidas ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad gubernamentales que buscan aplastar un movimiento separatista, pero a pesar de eso no se ganaron el derecho a presentarse ante un juez de Inmigración porque el ICE los expulsó del país.
El abogado Evaristus Nkongchu manifestaba sobre la deportación y los deportados: “No tenemos conocimiento de lo que pasó con los que fueron deportados. Sabemos que llegaron, pero no sabemos qué pasó después de que llegaron al aeropuerto”.
The Guardian indica que todos fueron detenidos para interrogarlos a su llegada a Douala, pero algunos fueron liberados después de que sus familias pagaran sobornos y desde entonces se mantienen escondidos.
por Ariel P
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