Cuba: las colas, el noticiero y la verdadera realidad

Un padre cubano explota en redes sociales, tras una cola interminable en la tienda MLC de Prado 20, en La Habana. Reconoce que la insatisfacción en Cuba es la verdadera realidad

Apenas catorce días han pasado desde el inicio del 2021. A quienes viven en Cuba, en estas dos primeras semanas del año la realidad -por momentos- pareciera devorarlos. Son casi que una constante, por ejemplo, las quejas acerca de las colas y las contrariedades en las tiendas MCL.

En su perfil de Facebook, el cubano Roberto Daniel Gonzalez Fernandez alertaba: “por lo que escucho decir a la gente en la cola se está creando un nivel peligroso de insatisfacción. Hasta cuándo las autoridades o quien tenga que ver con las tiendas en MLC van a seguir desatendiendo los problemas que hay en ellas”.

González Fernández refiere además que aunque lo necesitaba y para evitar el gentío en medio de la situación epidemiológica por el coronavirus y los recuerdos que tiene de otras colas infernales en la tienda de Prado 20, en La Habana, lo fue postergando. Pero llegó el día, admite finalmente en su post de Facebook.

“Hoy me levanté tempranito, me llené de valor y dije hoy es el día. Nada a comprar algo de mayonesa o pastica de bocadito, alguna lata de algo, en fin lo que encuentre para amenizar la estancia en casa sobre todo de mis niñas que después de meses sin salir de ella a causa de la pandemia, hoy vuelven a recluirse. Después de horas sale el que recoge los carnet a informar que había demora porque se había caído la conexión. Siempre que vengo a esta tienda eso sucede invariablemente”.

El más que palpable enfado de este padre cubano, entregado a la lucha diaria por garantizar a los suyos lo más mínimo, concluye con estas palabras: “Estos son problemas que podemos resolver aquí, pero no se hace porque a nadie de arriba realmente le importa, ninguno de ellos hace colas. Cada vez hay más divorcio entre lo que dicen en el noticiero y la realidad“.

Y es que cada nuevo incidente es otra gota más que cae en una copa, ya bastante llena. Algunos de los testimonios que llegan desde la isla reflejan que los ánimos cada vez parecen más caldeados.

Para dicha de muchos y desdicha de los que gobiernan, las redes sociales son un altavoz inmejorable. Es así como se cuestionan las mentiras que se repiten cual estribillo de vieja canción desde el poder. Y es que cuesta cada vez más que alguien se crea lo que dicen en el noticiero.

Neus Francino