Cuba: “En las tiendas no hay ni soga para colgarse”

La escasez, de acuerdo a testimonios de la prensa independiente, es generalizada. Una jubilada lo resume así: “En las tiendas no hay ni soga para colgarse”

Mes y medio estuvieron confinados los vecinos del Consejo Popular de Los Sitios, en el municipio Centro Habana, por ser el epicentro de la pandemia en la capital de Cuba. Pese a las molestias que esto significaba, hoy admiten que hubiera sido mejor seguir con las calles acordonadas. “Si no se puede salir a pasear, si hay toque de queda, si las colas por cualquier cosa le dan dos vueltas a La Habana y en las tiendas no hay ni soga para colgarse, prefería seguir aquí, en aislamiento, al menos con esos módulos garantizados”, admitía Bárbara Melús, una jubilada de 72 años.

El testimonio de Bárbara es parte del artículo del periodista independiente Jorge Enrique Rodríguez que publica Diario de Cuba y en el que se describe la actual situación en ese territorio habanero.

En el oficialista Tribuna de La Habana, durante el tiempo que duró el confinamiento se aseguraba que los vecinos contaban “con más de 15 puntos de la agricultura, carpas de Comercio y Gastronomía en calles principales, Mercados Artesanales Estatales, unidades para la venta de hipoclorito y cinco tiendas, ubicadas estas últimas en escuelas adaptadas para que de forma organizada y por horarios, los ciudadanos adquieran los productos, tanto alimenticios frescos como los de aseo”.

Pero hoy recorriendo el Consejo Popular de Los Sitios, es otra la atmósfera que reina y que constató el reportero de Diario de Cuba. “Es verdad que estábamos encerrados en medio kilómetro cuadrado pero, en definitiva, ¿qué hay en el resto de La Habana que no sean colas donde tienes un 70% por ciento de posibilidades de contagiarte, policías al acecho de un nasobuco mal puesto para clavarte una multa y precios que no se pueden pagar ni con un ojo de la cara?”, explicaba Zoraida Falgueras, una abuela a cargo de cuatro menores y que ahora se las verá negras.

Andreu Romero

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