Cuba
Carlos Manuel Álvarez: “no puedo ver ni a mi madre”
El periodista Carlos Manuel Álvarez sigue bajo el asedio de la Seguridad del Estado cubana pese a que se encuentra en Matanzas con su familia y que ha pasado más de una semana del desalojo que sufrió junto a los huelguistas de San Isidro en La Habana.
Álvarez denunció la persecución en su cuenta de Facebook con un video y un texto en el cual explica cómo se mantiene el cerco en su provincia natal, pues las fuerzas del orden vuelven a usar los mismos falsos argumentos de problemas sanitarios, pese a que su prueba PCR dio negativa.
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“Estoy en Cárdenas desde ayer, vine a ver a mi familia, pero sigo en secuestro domiciliario. Salía de la casa de mi abuela para la casa de mi madre, a quien solo vi ayer unas horas, y después de unas pocas cuadras me detuvieron”, cuenta Carlos Manuel, el joven periodista y escritor que llegó desde el extranjero y se coló en Damas 955, para estar junto a los activistas cubanos que exigían la liberación del rapero Denis Solís con una huelga de hambre.
“No puedo ver a mi madre. Los argumentos que usan son falsos. Le dijeron a mi padre, quien me acompañaba, que estaba violando la cuarentena. Mi padre lleva ocho meses en Cuba. Me dijeron que yo también estaba violando la cuarentena y les dije que mi PCR dio negativo y que las autoridades sanitarias ya habían suspendido mi cuarentena desde el lunes pasado. Creo que estos ‘segurosos’ municipales de poca monta ni siquiera sabían eso, y si lo sabían, actuaron todavía peor que los ‘segurosos’ de La Habana. Torpes y ridículos. Hay una vieja chivata frente a la casa de mi abuela, llamada Nancy, que le avisó a la Seguridad que yo salía de casa. Se siente como si fueras un delincuente y un preso”, afirma.
El escritor explica que pudieron grabar a los agentes de la policía política y también la placa de la patrulla que lo detuvo en un video y que en horas de la noche seguían frente a su hogar.
“Hoy armaron un acto revolucionario express en el parque principal del pueblo y llevaron a pioneros de las escuelas. Ese pionero fui yo una vez, hace veinte años, en ese mismo parque. Le pregunté a un niñito del barrio en qué consistía el acto y me dijo: ‘En gritar’. ‘¿En gritar qué?’, pregunté. ‘Viva Fidel’, dijo como cualquier cosa. Fue mi momento divertido del día, me reí mucho. El niñito siguió jugando en la calle, sin saber siquiera, y sin importarle, quién ese señor era. Lo envidié”, narra.
Carlos Manuel ha vivido en carne propia la persecución, la campaña de descrédito y los interrogatorios, pues el primero de diciembre fue llevado por la Seguridad del Estado, que quiso disfrazar de diálogo amistoso y sin maltrato el interrogatorio al que fue sometido.
Después de casi tres horas, la Seguridad del Estado liberó al periodista cubano, una de las personas desalojadas por la fuerza de la sede del Movimiento San Isidro (MSI), con una frase con regusto a cinismo, y con un gran contenido simbólico: “tú has visto que no te hemos golpeado, que no te hemos dañado”.
Julio Linares