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Animales

“Cambio de comportamiento”, la razón de Zoonosis para no entregar animales

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Cualquier animal que sea metido en contra de su voluntad tras una reja, a dormir en un piso frío, a alimentarse malamente con una comida de dudosa calidad, verá en quien lo ponga en esa situación a un enemigo, y por ello seguramente presentará un “cambio de comportamiento”.

“Cambio de comportamiento”. Esa parece ser la palabra de orden, la directiva emanada “desde arriba”, con la cual los trabajadores de Zoonosis en La Habana, se están quitando de arriba los reclamos de adopción por parte de los grupos protectores de animales que allí llegan, martes y jueves, porque son estos los días “indicados” – y no otros – para “liberar” los animales enjaulados.

Sin embargo, hoy fue martes, y no dieron ningún animal en adopción. ¿Qué argumentaron? Que varios animales presentaban “cambio de comportamiento”.

Supuestamente este “cambio de comportamiento” se traduzca en que “están agresivos”, pero los testimonios compartidos por la actriz Violeta Rodríguez Chaviano, los desmienten. Vean en el siguiente video como reacciona uno de los perros ante “una vara”, de una manera, y como reacciona de otra, ante la voz dulce y cariñosa de la protectora.


En última instancia, y esto es una causa probable, los trabajadores de Zoonosis aparte de no tener un corazón muy dado a amar los animales, parecen no darse cuenta que estos animales razonan; sienten y padecen. Cualquier animal que sea metido en contra de su voluntad tras una reja, a dormir en un piso frío, a alimentarse malamente con un “pienso raro” verá en quien lo ponga en esa situación a un enemigo, y por ello “cambiará su comportamiento”. El video de arriba lo demuestra.


¿Cómo se explica que uno de ellos, por citar tan solo un ejemplo, se dejó acariciar, lloró y le lamió la mano a la protectora denunciante? ¿Por qué su “cambio de comportamiento” es de un modo con ellos, los de Zoonosis, y otro con los protectores?


No hay que ser muy duchos en materia de animales para saber que los animales, está demostrado científicamente, presienten cosas que los humanos no podemos. Cualquiera pudiera apostar sin temor a perder un centavo que esos animales privados de su libertad, abandonados algunos por sus dueños, ven en las protectoras como Violeta Rodríguez amor y bondad, y con amor y bondad les corresponden.


A los otros, a los trabajadores de ahí, a quienes los enlazan, golpean con una vara y acostumbraban a matar hasta hace no muy poquito, seguramente le responderán con un “cambio de comportamiento”, propio de quien intenta rebelarse. O al menos protestar.


Al parecer Zoonosis se empeña en vulnerar la palabra contraída con los Grupos Protectores, pero estos – ténganlo por seguro – no cesarán en el empeño de poner a todos esos animales bajo el cuidado de alguien que los cuide y los ame, y no de uno que los maltrate y mate.

por Roberto A.


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