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Yasel Porto aclara su situación en el ICRT, pero no lo dice todo

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Yasel Porto aparece y dice que no lo expulsaron del ICRT ni de la Televisión Cubana. Dice que “lo eliminaron” del programa Bola Viva, pero no dijo por qué.

“A buen entendedor con pocas palabras basta”. Esa parece ser la sentencia a la que ha apelado el periodista deportivo cubano Yasel Porto al salir hoy públicamente, a través de la red social de Facebook, a explicar lo sucedido con relación a su “supuesta expulsión” del ICRT.

Para muchos, Porto había demorado bastante en hacerlo. Otros, alegan que fue valiente al reconocer el apoyo de “la gente”. No pocos alegan que “hubo un malentendido”. Unos cuantos dicen que ni siquiera ahora fue “claro del todo”; y hay hasta quienes dicen que “mintió un poquito”.

Vayamos por partes.

Esas “fuentes” a las que me remito no son pocas, a pesar de que la publicación aparecida en Facebook es tan fresca como un pescado recién sacado del mar.

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Con relación a la demora, nada que alegar. Uno escoge el momento en que sale al campo de pelea. A veces la situación – ¿coyuntural? – te obliga a callar; a veces no. Lo cierto es que lo hizo; y que incluso ahora, será polémico.

¿Qué dijo Porto en esencia? Que no había sido expulsado del ICRT ni de la Televisión Cubana; que mantenía sus programas Béisbol de Siempre y Videoteca Deportiva en TeleRebelde; que sí había sido separado del programa Bola Viva; pero no dijo el porqué. 

Visto así parece que la papa caliente cayó en manos del director del programa Bola Viva; o de la gente de Tele Rebelde, que decidieron sacarlo de Bola Viva pero dejarlo en los otros dos programas suyos. Sin embargo, ni unos ni otros han salido a decir ni pío, con la excepción de Renier González – comentarista al igual que Porto – que sí salió públicamente a darle su apoyo. Del resto de los “cuadros”, de la gente que “pica la cuña del cake”, no se ha escuchado ni una A.

Fue valiente también Porto en reconocer el valor de quienes le apoyaron; de reconocer las muestras de cariño expresadas; de respeto sincero por su labor, profesión y maneras de ejecutarlas. No pocos casos he visto yo de tronados que luego, por arte de Birbirloque, han “resurgido” o “vuelto” a su antiguo puesto y no han soltado ni una G – de GRACIAS – públicamente. Los he visto que han pisoteado incluso a quien(es) apoyó (apoyaron) su retorno.

Malentendidos no hubo, porque si algo caracteriza al ICRT es que un gran por ciento de la gente que en él trabaja, acostumbrados a trabajar entre artistas y personajes famosos, no se aguantan la lengua. A estas alturas algunos sí saben – y bien – lo sucedido después que Porto dijera, con sus palabras, claro, que Higinio estaba de más donde estaba.

Quien conoce los entresijos de los medios en Cuba – y no voy a hablar de las personas bien allegadas a Porto, o a otras muy cercanas a Daylí Sánchez Lemus, por “mencionar par de fuentes” que no puedo identificar – sabe que, tal y como diría una colega de trabajo, lo sucedido con Porto ha sido una “Rectificación de Errores”.

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Lo más probable es que a Porto le hayan dicho que “mantenga la cosa bajo perfil”, “que espere que se calme la marea”, “que no haga ruido“, interesados más que nada ellos en no perder el asa del sartén que a duras penas sostienen con la mano quemada, por la presión de los fanáticos del béisbol en la isla que vieron cómo, de un día para otro, desaparecieron a uno de los pocos periodistas cuerdos  y con criterio propio dentro de la pléyade de timoratos del verbo restringido en Telerebelde.

Lo más triste de todo lo sucedido – agradeciendo que Yasel Porto está vivo en otros espacios y canales, y sobre todo enfocado en “función de nuestro trabajo y de nuestro béisbol”, y no de chismes y diretes – es que justo unas horas después de haberse puesto la caña a tres trozos, no pocos colegas del valiente periodista, “salieron por detrás” a decir cosas no muy agradables de quien sin dudas, como un día le dijo a Víctor Mesa, “vive para el béisbol, y no de él”.

Lo único que queda en el tintero, ahora que ya sabemos que a Porto le dieron tunturuntun de Bola Viva, es saber por qué, quién y qué sucedió. Parece muy probable que Porto no lo hará, y conociendo la finca de 23 y M, es probable que dicho por las claras – si Higinio llamó o no, si presionaron “de arriba” o no – no lo sepamos nunca.

por Roberto A.
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